Las declaraciones de Insulza
Muy buenas sendas notas publicadas en El Universal acerca de las declaraciones dadas por el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, en las que afirma que la habilitante dada a Chávez en diciembre de 2010, viola "el espíritu y la letra" de la Carta Democrática Interamericana.
Las notas, publicadas los días 8 y 9 de enero de 2011 (la última firmada por Elvia Gómez), comunican una opinión que, indudablemente, causó sorpresa. Principalmente al gobierno, quien se acostumbró a un Insulza benevolente -a pesar de esto, Chávez lo insultaba como le daba la gana y cuando le daba la gana, como hace normalmente con cualquier persona que opine distinto- y las respuestas fueron unas tristes palabras de Roy Chaderton -cuyo lenguaje "exquisito" no parece ayudarlo ahora- un insulto de Chávez, y lo que siempre hace la dictadura cuando le toca enfrentar un hecho que la pone en videncia: evadir con un "a usted ni lo ignoro", escape que el dictador cree va a evitar el escrutinio internacional a su dictadura, ya en crisis por la incompetencia y la monumental corrupción de sus cuadros.
Lo que afirmó Insulza tiene dos consecuencias. Por una parte, cuestiona la legalidad de la habilitante, justo en el momento en que el TSJ de la dictadura declara el carácter "orgánico" de la primera "ley" que sale de la fulana habilitante.
La cuestiona en el sentido que si la habilitante viola la Carta Democrática Interamericana, lo que salga de ella ¿Puede tener la fuerza de una ley, cuando va en contra de lo que establece el artículo 23 de la Constitución?
Aunque seguramente no es esta la intención de Insulza, sus palabras dan fuerza moral y política para el "desconocimiento" que plantea Ismael García como respuesta del país ante los abusos del gobierno ¿Pueden acatarse unas leyes que se oponen a la Constitución y a la Carta Democrática Interamericana? Un rompecabezas para el gobierno, y una "ventana de oportunidades" para la sociedad.
El gobierno parece haber entendido este mensaje, y en sus últimas acciones Chávez trata de legitimar la habilitante con el argumento de diciembre: los damnificados, y anuncia leyes que pueden "gustar" en sectores del país: sobre vivienda, alquileres, préstamos, etc, para hacer "potable" una ley dictatorial. Como en otras cosas, más que fortaleza, el gobierno comunica debilidad.
También la dictadura entra en un forcejeo con la OEA, en la medida en que si el gobierno aprueba leyes muy cuestionables -como hizo en 2001 y 2008- chocará con el organismo internacional, y aumentará las razones para calificar al gobierno de Chávez como una administración al margen ya no sólo de la Constitución, sino de la Carta Democrática ¿Hasta dónde el gobierno está dispuesto a llegar? ¿Pagará el precio del aislamiento? Es lo que este forcejeo puede indicar, y veremos la respuesta del gobierno cuando internalice que el "a usted ni lo ignoro", no funciona.
Lo segundo, es un tema que Insulza ha tratado en otro momento, principalmente luego del golpe de Estado en Honduras que desalojó a Zelaya, quien pretendió desconocer la Constitución de su país al aplicar la "receta de las dictaduras": contriuyente-nueva Constitución-descabezamiento de instituciones-nuevo poder en manos de una persona.
Es ¿Qué constituye una violación a la democracia, que se traduzca en conceptos para la Carta Democrática? El surgimiento de dictaduras del Siglo XXI -que llegan por métodos democráticos, pero socavan la democracia en aparente acciones "legales", y con mucha propaganda- obliga a revisar el concepto de violación a la democracia. Ya no son golpes de Estado, sino golpes a la Constitución lo que ocurre. No es la violación desde afuera, sino desde adentro.
Está claro lo que hay que hacer si un gobierno es desalojado por la fuerza, pero ¿Cómo actuar si un gobierno usa la fuerza contra sus propios ciudadanos para imponer un modelo que una sociedad rechaza, que es lo que pasa en Venezuela? Es es un tema recurrente en este blog, desde la entrada La Declaración de La Moneda, porque la tesis que tengo es que mientras se resuelve esta interrogante, lo que harán las organizaciones internacionales es presionar a las dictaduras para contenerlas y jueguen con mayores niveles de democracia, hasta que salgan del poder vía elecciones.
Es lo que sugiere Insulza: que la habilitante regrese al parlamento, para que sea discutida porque su argumento -dado originalmente en Venezuela por expertos y la Unidad- es que no se puede habilitar más allá del tiempo de permanencia en el poder. La AN que feneció el día 5-1-11 habilitó a Chávez hasta junio de 2012, y no contenta con eso aprobó otras leyes muy cuestionables. Tuvo el tupé de reformar el reglamento de la AN para definir el comportamiento de los parlamentarios entrantes, no de los que ya se fueron.
El gobierno no devolverá la habilitante, pero como se dijo al principio, las leyes que salgan de la habilitante -por más que las maquillen con los damnificados- su legalidad es muy dudosa y también su legitimidad. Al final, serán leyes inaplicables por su debilidad instrínseca, por la forma como fue aprobada la habilitante, y porque pueden ser desconocidas y desobedecidas por la sociedad. No por casualidad una pancarta que se observa ahora es, "No acato tus leyes", que comunica la poca legitimidad de la habilitante.
¿Por qué estas palabras de Insulza? Lo que se me ocurre de entrada es que el gobierno de Chávez estaba en un a suerte de "zona gris" de violación de leyes, que ciertamente se fueron acumulando en su expediente, pero que se mantenían en una zona ambigüa de insultos, de acciones pintorescas, pero a los ojos de muchos se "respetaban" ciertas formalidades democráticas.
Eso se rompe con la habilitante del 17 de diciembre y con el "paquetazo dictatorial". Impulsó esto los resultados del 26S, los que definitivamente fueron una derrota para el gobierno -cualitativa más que cuantitativamente- y puso en claro que el país votó por una AN de equilibrio, de debate, de pluralismo, no por un parlamento como el que hubo hasta el día 5 de enero, que fue lo que Chávez pidió: al menos 110 diputados, y los electores no lo complacieron. A pesar de las artimañas en la distribución electoral, los votantes no le dieron los 2/3. Ni siquiera 3/5.
Al promover y aprobar el "paquetazo dictatorial", el gobierno pasó los límites ambigüos en los que se movía, y junto a su historia de abusos y excesos, ofreció motivos para el alerta de la OEA. Llamado que es cierto: se golpeó a un poder importante, el poder que realmente representa la soberanía popular porque en el parlamento están representadas todas las fuerzas políticas.
En otras palabras, de tanto estirar la liga, el gobierno la rompió. Por eso las palabras de Insulza.
En segundo lugar, puede estar el efecto demostración y sus efectos nocivos sobre la democracia. Ya es mucho la "franquicia de la constituyente" ¿Habría que aceptar la "franquicia del cierre de congresos", que es lo que la dictadura de Chávez quiere hacer, pero sin tanques? Esto creo que ya es mucho para la OEA y para los países de la región ¿Qué tal si mañana todos los presidentes piden habilitantes para diluir a parlamentos plurales? Porque Chávez no está en minoría en la AN, y el fondo no es ese sino que no quiere debatir, que no quiere jugar a la democracia, a la política. De aquí sus acciones de "calle", de tratar de recuperar la ofensiva perdida con un oscuro incidente en el INTI del Sur del Lago.
Junto a esto, está lo que agudamente afirmó el editorial de La Nación de Argentina, "la democracia venezolana está irreconocible".
Con trucos legales, el gobierno viene desfigurando la Constitución para construir un Estado paralelo, con nombres bonitos como "poder comunal", "poder popular", "pueblo legislador", y todos los nombres agradables que usan las dictaduras para tapar el poder en manos de una persona y la represión contra la sociedad.
Para nadie es un secreto que la democracia venezolana "está irreconocible", y lo dicho por Insulza abona en este sentido ¿Cuál es el nivel de tolerancia a las "desfiguraciones constitucionales"? Lo que su llamado indica, es que el "golpe de Estado por cuotas" que la dictadura de Chávez viene haciendo desde 2007, ya llegó a su límite. Ya no es posible hacerse la vista gorda.
Es el fondo del mensaje de la OEA: un gobierno no puede ser renuente toda la vida a las formas y reglas de la democracia, y pretender seguirse llamando democracia, aunque la adorne con términos como "participativa y protagónica".
El gobierno de Chávez agotó toda su capacidad para no jugar a la democracia. Ahora, tiener que hacerlo. De lo contrario, la OEA tal vez de otro paso y la calificación sea de "dictadura", junto a otros gobiernos, que ya no se efuerzan tanto como en el pasado para decir que, "En Venezuela hay democracia porque hay muchas elecciones". Esta explicación ya no es suficiente.
Las palabras de Insulza abren un juego político distinto. Son una advertencia al gobierno. Advertencia que tendrá consecuencias. La respuesta del gobierno es la de siempre: subestimar y burlarse.
Hace una lectura errada del ambiente internacional. No hay espacio para nuevas dictaduras. No lo acepta el país y no lo aceptará la comunidad internacional. Tal vez Chávez y sus esbirros se den cuenta de esto cuando sea demasiado tarde, como pasa siempre con todas las dictaduras.

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