Otra vez con las encuestas

Es que los números están interesantes. Cuando todo encaja (incluyendo las contradicciones), quiere decir que la encuesta está buena. Así me pasó cuando en marzo de 2011 escribí la entrada en este Blog, El momento político a través de una encuesta.
Ahora me ocurre igual, luego de leer dos estudios. Uno, del IVAD con fecha de campo 8 al 13 de abril de 2011 que fue publicado por Quinto Día (día 29-4-11). El segundo, lo recibí ayer por el "correo de las brujas", de Consultores 21 con fecha de campo del 11 al 25 de marzo de 2011.
Este último está en la sección Descargas, del Blog, por si alguien lo quiere revisar, junto a otros estudios de este y otros años.
Aclaro que no será un análisis muy detallado, ya que no tengo los cuadros -los "tabulados"- que es lo que permite hacer estudios más densos. Sin embargo, con lo que hay, se pueden hacer buenas inferencias. Lo que comento son mis impresiones iniciales, sin mayor profundidad. Lo que me produjo una lectura rápida de ambos estudios. Más, el de Consultores 21 porque lo recibí completo. Quinto Día publicó sólo parte del estudio del IVAD, y eso limita el examen de los datos. Vamos al grano, entonces.
La principal conclusión es que lo que antes le servía a Chávez, ahora no le funciona. Esto puede explicar su afán de hacer cadenas, de mostrar gestión. Es repetir un comportamiento que antes fue eficaz, pero ahora no, y no sabe por qué. Repite como quien repite un hábito. Es la respuesta a un ambiente distinto, que todavía no interpreta, aunque sabe que algo cambió.
Me explico. Chávez había logrado una autonomía de él y de su gestión, sin consecuencias. El era bien evaluado, su gobierno no tanto, pero eso no influyó en el voto hacia Chávez. Con un regular o mal gobierno, la gente seguía votando por él. Es, pudiera decirse, una "Autonomía sin evaluación".
No obstante, como tendencia, esto parece estar cambiado a una nueva situación que se puede llamar "Autonomía con evaluación". Chávez sigue gustando o, mejor dicho, sus números mejoran, pero.......
En Consultores 21, en los temas asociados a popularidad, percepción de responsabilidad en los problemas, y capacidad para resolver los problemas, la tendencia negativa hacia Chávez se revierte ligeramente, aunque en la pregunta sobre nuevos liderazgos, el cambio no es muy grande. Esto último es un dato interesante, porque abre una interpretación interesante acerca del ánimo del país.
Hasta aquí nada nuevo. El señor gusta o no se le percibe mal. En IVAD, la evaluación favorable a su desempeño (Σ de Excelente, Bueno, y Regular hacia bueno) suma 66,2% y la evaluación negativa (Σ de Pésimo, Malo, y Regular hacia malo), totaliza 31,6 por ciento. Dos de cada 3 personas opinan que el tipo lo está haciendo bien, en concreto.
Pero......lo nuevo es que a la hora de colocar a Chávez en términos de reelección o como cabeza de una gestión de gobierno, los números cambian, hacia negativo. Esto emergió en el estudio de IVAD en enero de 2011, pero en Consultores 21 se nota con mucha fuerza.
De acuerdo a cómo se encuadre a Chávez, así irán sus números, es la conclusión desde el punto de vista de la comunicación política. Si se enmarca como persona, los guarismos son buenos. Si se enfoca en la gestión o en la reelección, los números no son buenos.
Esto abre una nueva condición, distinta a la previa: "Autonomía con evaluación", como se dijo.
La opinión hacia Chávez sigue siendo independiente a la gestión de gobierno en el sentido que la suya es buena, pero no es independiente en el sentido que, aunque Chávez agrade, se nota un cansancio hacia otra reelección, y definitivamente la gestión no sale bien evaluada. Esto va a pesar en 2012, a diferencia de otras elecciones. Es lo novedoso, y una "ventana de oportunidad" para la Unidad.
Por ejemplo, en IVAD, aunque Chávez tiene una aprobación de 66,2% el 60% no tiene esperanza (poca o ninguna) en tener una vivienda de las que ofrece el gobierno. Así pasa con la inseguridad y la economía: se percibe que con Chávez y su gobierno, estos asuntos no se van a resolver.
Esto se observa, en Consultores 21, en la evaluación de los gobernadores del PSUV, quienes entre septiembre 2010 y marzo 2011, subieron en la evaluación negativa sobre su gestión al pasar del 49% a 52 por ciento.
Un dato interesante que ofrece Consultores 21 es acerca de quién se percibe más competente para resolver una serie de problemas del país, entre el actual gobierno y "un gobierno diferente". En promedio, un 55% opinó que un "gobierno diferente" lo haría mejor que el "gobierno de Chávez", el cual promedió un 41 por ciento. Esto en los "Votantes seguros".
Lo último es importante. Mi humilde experiencia con encuestas sugiere que cada encuestador tiene su variable importante, en la que gira el estudio o por la que marca el análisis.
Cada vez que me preguntan cómo leer una encuesta de Seijas (IVAD), siempre recomiendo comenzar por los Bloques políticos, y luego ir a la pregunta o a los otros vectores. En mi opinión, en IVAD, el Bloque político es fundamental para entender el comportamiento de la opinión que mide su encuesta.
Igual pasa con Consultores 21, pero con otra variable. En mi criterio, en esta firma, la variable clave es Votantes seguros. Igualmente, cuando me preguntan cómo leer una encuesta de Consultores 21, respondo comenzar por los Votantes seguros y luego ir a la pregunta o a otros vectores.
No tengo mucho acceso a los datos de Consultores 21, pero hasta donde mi memoria me permite recordar, normalmente Chávez salía mal en la opinión general, pero cuando se iba a los Votantes seguros, subía y pasaba a la oposición o, en el peor de los casos, emparejaba.
Ahora no parece ser la situación, y esto es otro dato importante. En el estudio de marzo de Consultores 21, los Votantes seguros tienden a no favorecer a Chávez, en no poca proporción. Un cambio importante.
Se observa en las preguntas que tocan el tema de la reelección de Chávez. En una, se pregunta el acuerdo o desacuerdo con que Chávez se vuelva a reelegir. Un 56,1% de los Votantes seguros expresó su desacuerdo, mientras que el 43,3% dijo estar de acuerdo. En otra pregunta, se inquirió si Chávez merece ser reelegido: un 55,6% de los Votantes seguros dijo que no, y un 41,8% expresó que sí.
Una tendencia similar se halla en IVAD. En el estudio de febrero, se hicieron dos preguntas. En una, voto a Chávez. En otra, si lo reelegiría. Los resultados fueron 42,7% y 44% respectivamente, pero los Ns/Nr en el primer caso que eran de 14,8% bajaron a 7,2 por ciento. De los 14,8% Ns/Nr, se definen entre una y otra opinión 7,6 por ciento (14,8% - 7,2%). De este 7,6 por ciento, 1,3% (17,1%) se mueve al “Acuerdo con la reelección HCF”, mientras que 6,3% (82,9%) se mueven al “Desacuerdo con la reelección de HCF”. 8 a 2 en contra de la reelección de Chávez, nada más y nada menos.
En otras palabras, cuando se habla de "reelegir" a Chávez, la respuesta es negativa. No se le quiere reelegir.
Acerca de la intención de voto, en IVAD, entre febrero y abril 2011 Chávez ganó 2,6% sobre el candidato de la Unidad (sin nombre), ya que en febrero la diferencia era de 0,2% a favor de Chávez, y en abril la diferencia es de 2,8 por ciento (44,8% Chávez y 42% Unidad, respectivamente).
En Consultores 21, la perspectiva es otra. En los Votantes seguros, el 40,4% lo haría por Chávez y el 53,9% por el candidato de la Unidad. Una diferencia de 13,5% a favor del candidato de la Unidad, con un 8,1% de Ns/Nc en la población total (todos los elegibles para votar).
Hay otros datos interesantes en el estudio de Consultores 21.
El primero, es que los partidos políticos gozan de buena salud, incluyendo al PSUV, cosa que es positiva, para quienes pensamos que los partidos son claves en la estabilidad y transformación política. En promedio, el cerca de 46% opinó que los partidos están trabajando para resolver los problemas del país.
No deja de ser importante este guarismo, cuando se observa lo que ocurre en Perú o en Libia -en los extremos- pero en común tienen la ausencia de partidos políticos sólidos. En un caso, porque fueron sustituidos por franquicias personales, práctica que inauguró Fujimori en los 90. En Libia, porque los partidos de oposición fueron aplastados por la dictadura de Gadafi.
No parece ser ese el caso de Venezuela, y aunque queda mucho por hacer dentro de los partidos, es una buena noticia, para el presente y para el futuro, donde los partidos serán clave.
El segundo, es que normalmente se afirma que la gente del gobierno tiene mayor disposición a votar que la gente de la oposición, y que eso influye para que el gobierno gane.
En el caso de las elecciones para 2012, esto cambia, de acuerdo a Consultores 21. De los Votantes seguros, el 77% Confía en la oposición, y el 72% Confía en Chávez.
De los que dijeron que están totalmente seguros de votar en 2012, quienes Confían en la Unidad muestran una disposición para sufragar ligeramente más alta que quienes dicen Confían en Chávez.
En tercer lugar, que lejos de la percepción que la Unidad no lo hizo muy bien durante las "interpelaciones" a los ministros en febrero de 2011 -soy de esa percepción- la gente evalúo mejor a los diputados de la Unidad que a los diputados del gobierno y a los ministros.
Un 47,8% dijo que los diputados de la Unidad lo hicieron mejor durante las "interpelaciones", y un 44,9% que los diputados del PSUV lo hicieron mejor.
A la hora de poner una "nota" (10 es lo máximo), la "calificación" fue la siguiente: 5,58 diputados de la Unidad, 5,34 ministros, y 5,23 diputados del PSUV.
En fin, hay más cosas, pero el artículo se extendería. Lo más relevante, es lo comentado acerca de la "Autonomía con evaluación" de y hacia Chávez. Es lo que lo mortifica. Es lo que puede explicar las cadenas para tratar de mostrar gestión, que hay cosas, en el deseo que la Unidad muestrre ya un candidato, porque no sabe a qué o a quién golpear para la fulana "polarización".
Hay cansancio en el país para otra reelección de Chávez. No es 2006, el Chávez del gasto público, de la esperanza, del que se podía moderar. El Chávez de 2012 es alguien agotado, cabeza de un pésimo gobierno.
Con base en estos números, la estrategia de comunicación política del gobierno debe ser evitar que a Chávez se le encuadre en la gestión o en la reelección.
Para la Unidad, la estrategia debe ser evitar que lo anterior pase, y lo mejor es pasar de la triangulación -lo que está todavía de moda entre los gurus y "analistas", que tal como lo veo, consiste en imitar o hablar de las cosas de Chávez, pero de una mejor manera- a la diferenciación, de manera que se hagan palpalbles las diferencias entre una manera de ver las cosas y otra.
Luce claro en la opinión pública que la posibilidad de que Chávez se apoye en una gestión, no es muy alta. No se percibe competencia, aunque la persona agrade.
Esto es visible cuando se observa que Chávez sólo recicla ministros. Ante el tema económico, lo único que ofrece el gobierno es regular los precios y ganancias en todos los sectores, de boca de una ministra reciclada: Edmée Betancourt. Con casos así, no extraña la opinión acerca de la incapacidad que se percibe en el gobierno.
Estoy convencido que si Chávez gana en 2012, no será por una brillante campaña, la gestión, o la calidad de las ofertas. Ya eso lo agotó. Lo que le queda es amenazar otra vez con expropiaciones -EPA- o tratar de revivir viejas glorias, y reciclarlas con nombres como Gran Misión Vivienda, pero no se dice nada de los resultados de la Misión Villanueva.
Luce un gobierno estancado, que va a apelar al populismo al detal: regalar cachivaches importados o darlos crédito, para amarrar a la gente.
Si Chávez gana, será por miedo y por la rutina que impone toda dictadura. El clima de "ponderación y equilibrio". Será, sencillamente, porque la sociedad prefirió la triste comodidad que produce toda opresión -pero comodidad al fin- a la incertidumbre que genera todo proyecto de liberación. Y eso puede ocurrir. Los números revelan que la gente percibe su situación no tan mala. El dato más alto lo ofreció Gallup (campo julio-agosto 2010) al afirmar que el 64% dijo que "está prosperando".
Aunque al revisar los números, encuentro que no es la primera vez que se hace esta medición -en 2007 era más alto, 77 por ciento- no parece estar asociado con el voto al gobierno. El de 2010 se hizo un mes antes del 26S, y la gente votó por una AN distinta a la que quería el gobierno.
Así que el 64% puede significar dos cosas: que la sociedad aceptó la situación de normalidad de la dictadura -cualquier logro, por más pequeño que sea, ante las dificultades para todo, significa "prosperar"- o puede ser que la gente mantiene su optimismo ante las adversidades, y eso no lo ata a la intención de voto. Es decir, que con un 64% que dice "prosperar", el gobierno puede perder en 2012, como perdió en septiembre de 2010.
Lo cierto es que la idea que ya Chávez no es autónomo de su gestión, luce una tendencia que se mantiene, al menos en IVAD y Consultores 21. Es un buen proxy para acercarse a los escenarios de 2012.
Esta "Autonomía con evaluación" ocurre por dos razones: la primera, por un gobierno tremendamente malo. La segunda -aunque muchos no lo crean- por la presencia de la Unidad.
Llama la atención la valoración favorable que tiene la Mesa de la Unidad, que se mantiene a pesar de los "buenos deseos".
En IVAD, la Mesa está en su mejor momento. Tiene un 61,7% de aprobación, y un 28,5% de no aprobación, menor al que tiene Chávez. Es el mejor número que ha obtenido la Mesa desde 2009.
Puede afirmarse que la Unidad se valora, y que lo que hace la Mesa -con sus aciertos y errores- es ponderado por la opinión pública en función de esa Unidad.
No obstante, hay algunas cosas que abordar. En Consultores 21, la confianza hacia la oposición -no miden a la Mesa- baja y se iguala a la confianza que hay hacia el gobierno (40% cada uno).
En IVAD, la opinión que la Unidad tiene un proyecto baja, al ubicarse en 41,3% -en enero 2011 era de 45,4%- y un 47,9% que dijo que no tiene -en enero 2011 era de 43,9%- lo que debe encender el alerta en la Unidad sobre este tema.
Esto es interesante, porque la Unidad tiene posturas. Por ejemplo, el reciente comunicado sobre las FAN, es muy bueno. Allí hay una política militar, pero esto no se percibe.
No sólo porque la Unidad no lo comunica bien, sino porque parece que muchas personas no quieren que se lo comuniquen, o esperan precisiones que no son posibles. Hay una política militar, pero no se habla de quién será el Ministro de la Defensa en un eventual gobierno de la Unidad ¿Y eso interesa, o interesa la política militar?
La sociedad debe comenzar a valorar las posiciones de la Unidad, y a hallar los proyectos de país en sus declaraciones, porque los hay; y la Unidad, a ser más consistente en su manera de comunicarlos.
En fin, se evalúa bien la Unidad como totalidad, pero sus partes no tanto o con menos opinión favorable.
Termino. El peso del desgaste de 12 años del gobierno se siente, y el deseo de cambiarlo luce una tendencia firme ¿Podrá Chávez revertir el agotamiento? No parece ¿Podrá la Unidad construirse como alternativa para salir del agotamiento? Es el reto.
Luce que el eje de la campaña de 2012 será alrededor de esto.

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