El debate
Cuando este post salga publicado, seguramente será algo calichoso, por todo lo que se ha dicho acerca del primer debate entre los pre candidatos de la Unidad realizado en la Universidad Católica Andrés Bello el día 14-11-11, y organizado por el movimiento estudiantil. 
Sin embargo, no es ocioso opinar sobre este ejercicio de democracia y política. 
Este primer debate es inédito en la historia del país. Aunque hay antecedentes en el pasado -para mi, el más notable el debate Caldera-Lusinchi en marzo de 1983, no los debates de las elecciones de 1998- el debate del 14 de noviembre es diferente. No sólo por la cantidad de participantes -cinco- sino porque es un debate que se da en el contexto de una elección primaria que será abierta a todos los venezolanos y venezolanas.
Normalmente, los debates en Venezuela -si hay- ocurren durante la campaña electoral. Hoy todavía el CNE no ha convocado al proceso electoral de octubre de 2012, y los pre candidatos de la Unidad ya tuvieron su primer debate.
La idea de hacer primarias por parte de la Unidad resultó acertada. Aunque algo tensos los pre candidatos en el debate, se aclimatan rápidamente y muy bien al ambiente electoral.
Hasta la fecha en que escribo esta nota, 17 gobernaciones, 1 Distrito Metropolitano, y 266 alcaldías van a primarias. Compiten para todos estos puestos cerca de 900 aspirantes. 
Un importante activismo social acompaña este esfuerzo. De 80.000 activistas que se necesitan, se han incorporado cerca de 63 mil, lo que revela el compromiso con la democracia y el futuro de quienes participan en las primarias. 
Antes se decía, "ojalá hubiese una primaria para ver a los candidatos debatiendo" ¡Hoy es una realidad! No es fácil, si se toma en cuenta que son primarias en el contexto de una dictadura, lo que impone muchas restricciones. La principal, la auto-censura y el "juego seguro".
Solo Globovisión lo transmitió en TV de señal abierta. Otros canales de TV no pudieron o no quisieron arriesgarse, temerosos de la eventual reacción del gobierno por salirse de la "ponderación y el equilibrio" que impone toda dictadura para comunicar "la normalidad" del país. Tal vez pensaron que el debate no llegaría al gran público y sería atracción exclusivamente de "la oposición" y dado que Globovisión es un canal pequeño y hostigado de forma permanente por la dictadura de Chávez, el encuentro no tendría mayor resonancia y menos audiencia.
Sin embargo, Globovisión logró una audiencia similar a la de Venevisión durante el tiempo del debate. Tal vez por esto, el canal de La Colina comenzó ya a promocionar el debate que llevará a cabo esta planta el día 4-12-11, con la novedad que lo hace cerca de tres semanas antes que el debate ocurra. 
Lo anterior indica el interés del público por el debate, no sólo de "la oposición". Lo que es sano. Revela que en el país hay motivación para examinar temas nacionales, al mismo tiempo que la Unidad es referencia política. Tiene liderazgos y tiene mensajes, por más que la dictadura trate de evadirlo, de no reconocerlo, como hizo Chávez al hacer una triste y mala cadena que duró hasta el minuto antes que el debate arrancara. Una mediocre cadena -los cuentos de siempre, que "el imperio mató a Delgado Chalbaud, porque éste estaba en vías de fundar lo que sería la OPEP", aunque fue un gobierno democrático, el de Rómulo Betancourt, que dio impulso decisivo a la organización petrolera- que terminó en una hora extraña. Mató al tigre y le tuvo miedo al cuero. 
La principal lección que saco de la transmisión del debate por parte de Globovisión, es que hay que arriesgarse. Volveré sobre esto más adelante al hablar de las propuestas hechas por los pre candidatos. 
No es poca cosa lo que hizo Globovisión. Con una multa de 2 millones de dólares impuesta por uno de los organismos más represivos de la dictadura llamado Conatel, tomó el riesgo de transmitir el debate en su integridad junto al "después del", y no se limitó a que fuese una noticia más, dentro de la "objetividad" en la que anda el país, temeroso de las "privativas", los "recursos inadmisibles", o "decisiones inejecutables" de las "madamas de la represión" a las que Chávez acude cada vez que el país toma conciencia de la opresión.

Muchas cosas se pueden decir del debate. No me voy a concentrar en qué hizo cada candidato o "quién ganó el debate". 
Me resulta difícil hacer ese balance, cuando pienso que este primer debate tenía una expectativa diferente: ver a los pre candidatos juntos, y comprobar si realmente "hay unidad", si no se insultaban o se decían cosas. La expectativa no era tanto quién ganaría o perdería, sino si en conjunto lo hacían bien, y la evidencia para "falsear la hipótesis", era no insultarse. Tal vez por eso la tensión en todos ellos que noté durante todo el debate. La tensión propia de la "presentación en sociedad", que resultó exitosa.
El país observó estilos distintos y tiene variedad para seleccionar, para evaluar cuál estilo es el mejor para asumir las riendas de la Presidencia a partir de enero de 2013.
Observé cinco estilos diferentes: el estilo de contraste desafiante de Diego Arria, la firmeza con serenidad de Henrique Capriles, el estilo de centro de Leopoldo López, la firmeza con valores liberales de María Corina Machado, y el estilo llano, entrador, de Pablo Pérez ¿Cuál es el mejor? Es lo que los venezolanos y venezolanas decidiremos con nuestro voto el día 12-2-12.
Extraigo dos cosas de este primer debate.  
La primera, a partir de una idea muy interesante trabajada por Colette Capriles en su artículo de El Nacional del día 10-11-11 en el que plantea el "regreso a lo básico", a la normalidad política. 
El debate del 14-11-11 ayuda a promover la normalidad política, entendida como la exposición pública del libre juego de los intereses y opiniones políticas, que se debaten y que generan tensión y consenso.
En una dictadura, la única normalidad posible es la del miedo y la complicidad, que ayuda a mostrar un ambiente de "paz", en donde no hay problemas, no hay intereses, no hay genuina opinión pública. 
Por ejemplo, los medios del gobierno reseñan las marchas estudiantiles que hay en Chile y Colombia, o a los manifestantes de Ocupar Wall Street, pero ignoran a los "indignados" de Venezuela que marchan a diario por la inseguridad, porque a los choferes de bus los matan. Eso no existe para el canal 8 o para el Correo del Orinoco. No hay problemas en Siria, solo "terroristas" que sabotean a un gobierno con amplio apoyo popular como el de Al Asad. 
Esa es la "normalidad" de las dictaduras. Lo realmente importante se supedita a un clima de auto censura que crea la represión, y que hace que lo importante sea lo que dice Chávez y su voz sea la predominante. 
Lo que ocurre en una democracia -el juego político libre- se sustituye por una hegemonía de comando que no acepta visiones distintas. No hay inflación, sino especulación. Punto. Sobre eso no se debate. No hay indignados en Venezuela, sino "guarimberos". Sobre eso no se debate. No hay represión, sino "justicia". Sobre eso no se debate. No hay violencia institucional sobre la universidad pública -un ensañamiento sobre la UCV- sino que las autoridades de la UCV "no rinden cuentas". Sobre eso no se debate. No hay inseguridad. No ocurrió el secuestro del Cónsul de Chile. Solo hay un silencio. De eso no se habla. 
Chávez y su gobierno están por encima de los mecanismos de la democracia -debatir, negociar, ganar, perder, opinar- y lo que ocurre en una democracia se construye como "que el capitalismo se hunde" porque en los "paraísos socialistas" la posibilidad de contrastar -un debate- se anula. 
Es "la vida de los otros" que sustituye a la "la vida propia". Esta no existe y la que queda, se condena a la esfera privada para que no traspase a la esfera pública, porque en la afectividad social el color gris y el anonimato de la vida cotidiana en una dictadura se sustituye por el multicolor de la vida en democracia. De repente, la gente se da cuenta que no hay compartimientos rígidos -los estigmas, que si "oligarcas", "la canalla"- sino diversidad en el encuentro, ideas, planteamientos, intereses y, lo más importante, la posibilidad de articularlos en un juego suma variable y no en un juego suma cero, que es lo que promueve la dictadura para generar el "ellos" y el "nosotros", lo que facilita que la opinión sea sustituida por la desconfianza y el miedo que abre la puerta a las vidas grises, aparentemente "felices", que hay en una dictadura. El "mundo feliz" del 8 y los "sesudos" análisis "objetivos" de La Hojilla. El "mundo feliz" de la igualdad de las cuñas de la Ley Resorte.
Nunca se habla de lo que nos define, sino de temas "trascendentes", como hace Fidel Castro en sus enjundiosas columnas sobre el etanol y la escasez de maíz. Lo cotidiano se sustituye por los trascendente ¿Para qué debatir entonces, si lo que se juega es la identidad? El debate es mundano, de gente mortal. El socialismo es trascendente, inmortal. "Aguila no caza moscas" y "Yo soy el cóndor", farfulló Chávez para tratar de explicar por qué él no se somete a las reglas de la democracia. Sólo al voto, y no en condiciones de igualdad. 
Por eso los jerarcas de la dictadura no debaten. Porque un debate los "normaliza", los ubica en el mundo de los límites que es el mundo de la democracia, de la política, y si se quiere, de la vida. Un debate iguala, y en una dictadura, la igualdad es hacia abajo -para oprimir- mientras que hacia arriba, hay distinción. Los jerarcas son diferentes, son únicos. Abajo está "la masa". Arriba, gente única ¿Para qué debatir con "la masa"?
Al ver a 5 pre candidatos exponer sus ideas y sus estilos, se constituye en la chispa de la política y de la democracia. Porque hay diferencias. Porque hay contraste. Porque hay emociones. Porque uno se compara con ellos, y piensa, "¿Cómo lo haría yo"? Porque, al ver el debate en familia, hay opiniones, "me gusta fulano o fulana", "creo en este planteamiento", y aparece la conversación política en la esfera privada, que puede sustituir al miedo y a la rutina de la campana de Pavlov, "¡Cadena!", que llena el Twitter cuando el dictador quiere que escuchemos sus mentiras. El "condicionamiento clásico" en política. Con un debate, uno se des-condiciona, y eso es un peligro para cualquier dictadura.
En fin, a través de la competencia que genera una primaria se retoma la discusión política porque hay diferencias entre los estilos e ideas de quienes compiten, que invita a la discusión, alejado de los estigmas o categorías del "ellos" y "nosotros". Porque rompe con la idea que no puede haber puntos comunes en personas o grupos que piensan diferentes sobre temas de interés nacional. 
La política transforma la diferencia en consenso. Un debate es una vía en que diferencia y consenso son las caras de una moneda. Eso se respiró el día 14-11-11.
Lo segundo, apunta al público de la Unidad. La gente de la Unidad quiere un cambio de gobierno, pero con el tiempo, Chávez ha logrado imponer que es un suerte de genio, que se las sabe todas. Mucha gente cree eso, entre los que están mucha gente de la Unidad.
La idea de "El Titán", el tipo que al final se las sabe todas, que al final inventa algo para salir del brete, y lo que se admira no es el fondo moral -es un dictador- sino su viveza, atributo apreciado en Venezuela, aunque en público se reniega. Hay una admiración oculta por un vivo que logró someter a gente que se creía se las sabía todas, y eso genera una sumisión, una disposición a obedecer a Chávez que es lo que se ve en la vida cotidiana.
Esto, junto al miedo y los dólares, son los tres pilares de la dictadura. Sin la admiración a la viveza, la permuta, y el miedo, la dictadura de Chávez se desploma. "Sin permuta no hay paraíso", se pudiera decir. 
Esta historia de un tipo "arrecho" percola en los formadores de opinión, quienes a su vez lo comunican a "la masa" mediante análisis y encuestas. Esa historia se repite y luego, es verdad. Todos la creen. Luego, muchos razonan, "Será imposible salir de este gobierno, déjame ver qué le saco, mientras me adapto", que es el status quo, la otra gran carta de la dictadura para las elecciones de 2012. 
Por ejemplo, se puede hacer una historia de Chávez a partir de lo que dicen algunas de las firmas encuestadoras. A ver:
"Chávez tiene una conexión emocional con la masa, debido a una religiosidad mística. Esa conexión se evidencia en la penetración de las misiones por lo que hay que evitar la polarización para llegarle a los ni ni y lights. Se imponen, entonces, las tres P: paciencia, prudencia, y presencia porque, a pesar de la conexión emocional, el país que la gente quiere no es el mismo país que Chávez quiere". A grandes rasgos, esta es la historia que ayuda a creer que "Chávez se las sabe todas". 
Un caso reciente es con la enfermedad de Chávez. A pesar de la severidad de la enfermedad de Chávez, un 82% cree que Chávez va en su recuperación (Consultores 21, octubre de 2011), más del 40% estima que la situación de salud de Chávez no "es grave", y un 52,5% dijo que la información dada por el gobierno en este asunto, "es suficiente" (IVAD, septiembre de 2011).
Mientras Lula asume una postura más discreta al conocer que tiene cáncer, Chávez baila hip hop y se encadena. Muchos concluyen que todo forma parte de una estrategia para subir en las encuestas. Otra vez el genio. Idea que se refuerza cuando "analistas" dicen que el manejo que hace Chávez de la enfermedad es "brillante" e "impecable".
Chávez subió en las encuestas, sí. Pero no por la enfermedad. 
El manejo de la enfermedad no es "brillante" ni "impecable", sino poco ético y mentiroso, pero el país quiere creer esa mentira.
Todo lo anterior termina en algo que uno escucha mucho cuando está en alguna misión de la Mesa, "Lo que hacen ustedes en la Mesa es admirable, pero al final Chávez se va a imponer". La moraleja: hay desesperanza aprendida. Gente que quiere un cambio, pero que en el fondo no lo ve posible y, lo más grave, le busca las "cinco patas al gato" para no verlo porque hay un profundo miedo a salir de un status quo opresivo, pero estable al fin y al cabo. Muchos aprendieron a no tener esperanzas.
Pienso que el debate es un paso importante en romper la desesperanza aprendida que todavía existe en sectores de la Unidad. En romper la idea que el cambio es imposible y que solo hay que "resistir". 
Al ver a 5 personas con ideas, con liderazgos, con planteamientos, que también asumen posturas, que tienen apoyos de partidos y en el público, la alternativa toma rostro y eso ayuda a romper la desesperanza. La Unidad no es abstracta, sino concreta, con caras.
Algo que me gustó de las reacciones luego del debate, es que la gente agarró fuerza, como que comienzan a confiar más en sus capacidades y posibilidades.
El debate contribuyó de manera positiva a reforzar la auto eficacia de las personas de la Unidad, lo que es muy bueno porque se traducirá en compromiso y movilización, no sólo para febrero de 2012 sino para el 7 de octubre. 
Para ser franco, a Chávez y a su dictadura no le quita mucho el sueño la perspectiva de ir a La Haya. Claro que les mueve el piso en algo. Es una dictadura, y hoy no hay espacio para las dictaduras. Si no, que le pregunten al dictador de Siria y a los millones de luchadores por la libertad de la "Primavera Arabe" quienes, con inmensos sacrificios, luchan y han logrado la libertad de sus sociedades. 
Lo que sí le quita el sueño a Chávez y a sus jerarcas es la unidad del país y la Unidad. Eso no los deja dormir, y es el motivo de la reciente "ofensiva" de cadenas para tratar de mostrar la "recuperación plena" y "voy a ser el mismo de antes". Eso ya no es posible. No es el cáncer, es la unidad lo que derrotará a Chávez y a su dictadura. 
La auto eficacia de las fuerzas democráticas ganó con el debate del 14-11-11.
¿Qué sugerencias haría? Regreso con lo de arriesgar. Me gustaron las propuestas de los pre candidatos. Van en la dirección correcta de apuntar al centro y de abordar los problemas del país. No obstante, creo que hay que arriesgar en las ideas. No me refiero a decir cosas locas o radicales solo para llamar la atención, sino que en su propia visión, se arriesguen a ir más allá de enunciados.
Tal vez faltó en el debate la idea gancho que tiene toda candidatura. Una idea. Una frase. Una consigna que resuma la oferta. 
Una debilidad es que somos un país muy conservador. Queremos mostrar que somos "burda e zumbaos" -ahora a todo el mundo le dio por decir que son "pre pagos", para mostrar los "duros y duras" que son, y lo que pienso, más bien, es que son gente que no tiene problemas en la vida y no hallan de cuál palo ahorcarse- pero nuestras ideas son muy pacatas. 
No voy a pedir que los pre candidatos toquen temas que se abordan en otros países como el aborto, la eutanasia, el tema de las drogas y su consumo, que a lo mejor aquí no son issues, pero para evitar que a una sociedad conservadora como la venezolana le de un infarto. A lo sumo, que toquen el tema GLBT, más allá de los lugares comunes que existen en el país.
Sí pudieran ser más audaces en sus propuestas sociales, económicas, y políticas. A que el compromiso de Unidad del 26-9-11 sea letra viva e ideas detalladas para el país. Allí hay un buen campo para crecer, para explorar, porque el país está abierto a ideas de este calibre, a la luz de los resultados de la encuesta del Centro Gumilla realizada por la firma Delphos (abril de 2011) en los sectores populares. 
Hasta ahora, todo es "by the book", todo dentro de la "ponderación y el equilibrio". Y eso ha traído resultados positivos. Pero para ganar, hay que ir más allá de la "ponderación y el equilibrio" y del "by the book". Con esto, estoy seguro que se llegará al 48 por ciento, pero para ganar, hay que ir más allá, lo que supone pasar lo que ha sido útil hasta la fecha y reinventarse. 
Incorporar lo nuevo, lo que bulle por la calle, lo que son las demandas que menos se explicitan pero que están allí. 
Sea incorporar en el discurso los agravios que llevan muchos sectores del país -sólo los pequeños propietarios cuya propiedad ha sido arrebatada por una burocracia corrupta e ineficiente que ni café puede producir en las empresas que confiscó- sea una frase inspiradora tipo Luther King, sea una idea innovadora como la modernización de Venezuela que propuso la Generación del 28, sea el desafío que en un momento clave se le hace a una dictadura, como el desafío de Lagos a Pinochet. El "dedo de Lagos", quien se atrevió en plena entrevista, a salir del "clima de ponderación y equilibrio" en el que se desarrollaba la conversación.
Hay que comunicar al país un sentido de urgencia. Eso pasa por salir del conservadurismo y ser más irreverentes. Pienso que ese ingrediente hace falta para pasar el 48% que la Unidad puede lograr ya con lo que ha hecho hasta la fecha.
En resumen, contra las expectativas -incluidas las mías, en cuanto a la organización- el debate del 14-11-11 fue exitoso. Dado el tiempo de aquí al 12 de febrero, considero hay espacio para 2 debates nacionales más. Si son más de dos, su eficacia se perdería, por la fecha de la primaria. 
La buena noticia es que habrán más debates. Habrá tiempo para explorar ideas, para evaluar posiciones y estilos. De seguir en el camino de normalizar a Venezuela y de aumentar la auto eficacia para los retos que tiene el país democrático, que es la gran mayoría y que desea mejorar en paz.
Hemos recorrido un buen trecho en este largo camino por la democracia ¿Por qué no terminarlo de recorrer completamente?


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