El sacudón de Maduro


Por fin Maduro anunció el tan esperado “sacudón” en el gobierno. Lo hizo el martes 2-9-14 en una cadena de poco más de 3 horas, en la noche. 

En general, la percepción es que los anuncios no llenaron las expectativas que la palabra “sacudón” evoca; y la reacción del público fue rutinaria: ninguna emoción o nuevas expectativas creadas. 

Ultimas Noticias hizo una consulta a personas en Sábana Grande y la reacción fue de cautela. De distancia. En el mundo opositor, quedó la idea que Maduro se radicaliza, aumenta el control sobre la sociedad, y "los militares incrementaron su poder". 

En términos de los planes del gobierno, se mantienen los objetivos que ahora se llaman “cinco revoluciones”, y lo que cambia es el orden: lo económico es lo primero, tema al que Maduro ha dado prioridad desde que arrancó su gobierno en abril de 2013. Se recuerda, hace un año, que Maduro hablaba del cadivismo y su discurso para solicitar la habilitante el 8-10-13. Buena parte del mismo, estuvo centrado en el carácter rentista de la economía venezolana y llamados a superarlo.    

Otro tema que ha sido constante en Maduro, es el educativo. Tal vez porque así lo ve o por las circunstancias. Igualmente, se recuerda que el paro de profesores universitarios en 2013 fue al comenzar su gestión, en el momento de la firma de la contratación colectiva promovida por el gobierno: la convención única para los "trabajadores universitarios", en junio de 2013.  

El tema vuelve a la palestra, y la segunda “revolución” es la del conocimiento, con lo que el tema educativo y de ciencia y tecnología, puede volver a ocupar mayor importancia como discurso y como política pública del gobierno.

Se mantiene el objetivo del “Estado comunal”, y esto es importante tenerlo en cuenta, especialmente gobernadores y alcaldes de la Unidad. 

Objetivo que toma relevancia –aunque también ha estado en el discurso de Maduro desde mediados de 2013- no solo por la constancia en el tópico, sino también por la designación de Elías Jaua como Ministro de Comunas. 

Sin embargo, Jaua no va solo a comunas. La Vicepresidencia que tiene incluye las carteras de infraestructura, no se sabe si porque Maduro considera que el trabajo de Corpomiranda se puede replicar en el país, en las distintas "corpos" que el gobierno ha creado, como instancias para hacer sombra a gobernadores y alcaldes de la Unidad. 

Especialmente, cuando -a pesar que el ciclo electoral molesta a muchos que van a ser candidatos y llegarán por el ciclo electoral que hoy cuestionan- a partir de 2015 se abre, de nuevo, la competencia electoral hasta 2018, que tuvo un pequeño receso de un año, en 2014. En 2015 son las parlamentarias, pero la mira del gobierno está puesta en las regionales de 2016 y las locales de 2017. 

La estrategia del gobierno luce "por abajo y por arriba": por abajo, mediante lo comunal, las "corpos", e impulsar obras públicas de importancia (el 5-9-14 se anunciaron varias e, incluso, Maduro habló de retomar un proyecto de cuando Leopoldo Sucre Figarella era titular del MOP); por arriba, mediante la competencia electoral regional y local. 

Y así parece ser. En la entrega de viviendas el día 5-9-14, Maduro advirtió a Capriles "(...)Señorón póngase las botas, ahora Elías estará más tiempo en Venezuela".

Desde el punto de vista político, los cambios en el gabinete -a pesar que buena parte del discurso opositor los tomó a guasa- parecen apuntar a una compleja ingeniería política de tipo incremental que adelanta Maduro, no se sabe si para afianzarse solamente en el poder, para tener palanca política –leverage- y poder hacer los cambios económicos, o una combinación de las dos. 

En líneas generales, la lógica de Maduro apunta a una aproximación incremental y burocrática a los cambios, como tanteando y pisando primero para evaluar reacciones de grupos del gobierno y de la sociedad en general. Luce que quiere agotar las posibilidades del control pero hacerlo más eficiente –es el propósito de Dante Rivas como “autoridad única en materia de trámites”- antes de tomar otras decisiones, que pueden ser más controles o apertura, si logra el leverage político que parece buscar.

Con las diferencias del caso, es una lógica parecida a la seguida en el gobierno de Caldera entre 1993 y 1996: agotar los controles, para terminar en la Agenda Venezuela. Ahora, maximizar los controles, pero el ajuste luce inevitable y ya ocurre, aunque no se haya oficializado: por ejemplo, en una semana, el gobierno autorizó aumentos a productos de limpieza, pañales, y de cuidado personal. No de una vez, pero en tandas seguidas. Todo en la primera semana de septiembre. Sin "anestesia".  

Desde el punto de vista de las alianzas políticas, los grupos internos fueron complacidos. Maduro apunta a actualizar la alianza con las FAN –que luce sólida- y con el PSUV, también fuerte. 

Cuando hablo de actualizar la alianza con las FAN, no estoy en el grupo que opina que "Maduro es un rehén de los militares", sino que las FAN participan como corporación en el gobierno. Este tema lo he tratado en otra entrada del Blog

Si se hace un superficial análisis cuantitativo de la composición del nuevo gabinete con el previo, con base en la presencia de civiles y militares en los puestos, se tiene que el cambio de gabinete no alteró mucho la proporción anterior al "sacudón". 

El gabinete pre-2 de septiembre 2014, tenía 32 instancias (incluyendo la Vicepresidencia). De ellas, 24 (75%) fueron ocupadas por civiles y 8 (25%) por militares (activos y retirados).

El gabinete post-2 de septiembre 2014, tiene 29 instancias (con la Vicepresidencia). De ellas, 21 (72,4%) están en manos de civiles y 8 (27,5%) en manos de militares (activos y retirados).

La presencia militar aumentó 2,5 por ciento ¿Puede hablarse de un mayor control militar? Cuantitativamente no mucho pero ¿cualitativamente?  

Las FAN se sienten parte de una ideología -el control subjetivo de los militares del que habla Hungtinton- y de allí su participación. No es que las FAN le dijeron a Maduro, "Pon a Rodolfo Marco Torres en Finanzas o te tumbamos", y Maduro obediente lo hizo ¿Por qué Marco Torres? Quedará a los "conectados" o "militarólogos" explicar por qué, pero lo cierto es que este oficial ocupa posiciones vinculadas a las finanzas desde 2005. Es decir, desde hace 10 años. No fue una inclusión a última hora. 

Lo novedoso del "sacudón" es la mayor cancha que se le da a la familia Chávez, y puede responder a la observación crítica que Adán Chávez, entre líneas, expresó “al proceso” en la instalación del III Congreso del PSUV, comentada en otra entrada del Blog. Mejor tener a la familia cerca que lejos, es una vieja acción que se usa en la política venezolana con adversarios o críticos que pueden retaliar. 

En todo caso, la familia Chávez se consolida más como una familia con poder político, y el tiempo dirá las condiciones de esa ampliación del poder de los Chávez y su relación con Maduro. 

Muchos afirman que todo el enroque fue para sacar a Rafael Ramírez de PDVSA y nada se descarta, pero su designación como Canciller y Vicepresidente del área política –que incluye las carteras de Exteriores, Interiores, Comunicación, y Defensa- no es desdeñable. Más bien, comunica que el gobierno no descuida la parte internacional, y Ramírez parece apto para esa tarea, lo que también sugiere que Maduro va a privilegiar la política exterior en esta nueva etapa. También, Ramírez -aunque sea formalmente- mantiene un importante papel político como Vicepresidente de esa instancia, lo que lo mantiene en el juego de poder. Tal vez sin "los reales" ¿Pero el dinero es la única fuente de poder político?

En el área económica, Maduro apunta a lo ya dicho: un incrementalismo muy lento (que es un oximoron), porque anunciar la centralización de las reservas en el BCV sin nada, luce una medida sola.

Igual ocurre con dos medidas que en cierto modo han “pasado por debajo de la mesa” para “analistas” y expertos: la primera, el regreso de la Vicepresidencia de Economía y Finanzas en manos del titular de Finanzas –que estaba separada en dos titulares- y la separación de la presidencia de PDVSA del titular del Ministerio de Petróleo, que fueron asumidas las dos por Ramírez bajo el mandato de Chávez. 

Medidas que algunos aplauden pero las que sin un plan global para la economía, no reportarán mayores beneficios o menos de los esperados. Es aquí donde el incrementalismo de Maduro muestra sus limitaciones. Lo que eventualmente gana, lo pierde en la inercia.  

Nombramientos como el de Rodolfo Torres, de Carmen Delgado –quien dijo que la “mayoría de los comerciantes son honestos”- y del mismo Asdrúbal Chávez, comunican de entrada un estilo incremental en lo económico, no un radicalismo. No es avance, tampoco parece ser radicalizar, sino algo incremental, poco a poco, en gotas.

Lo que es cierto es que la “velocidad” de las medidas que propuso Ramírez se rechaza en estos cambios. Tal vez lo que quede del "ajuste Ramírez" sea el incremento de la gasolina y el tema cambiario. 

Con los demás nombramientos, Maduro parece seguir la lógica de Chávez: cambios para sacar a ministros agotados o para evitar que se agoten, y los famosos enroques. Los saca de un puesto, los mueve a otros, los deja "descansando" un rato, para luego volverlos a llamar. La lealtad a partir de mantener las expectativas que "puedes ser llamado nuevamente". Y eso en Venezuela también es importante: son pocos los que renuncian a puestos de poder. Muchos prefieren "pasar agachados" para ver si se mantienen en os nuevos reacomodos. 

En resumen, Maduro parece buscar todo al mismo tiempo –eficiencia, controles, un muy tímido ajuste- en la lógica del poder venezolano: querer estar bien con todo el mundo (del gobierno), sin asumir una línea o decisiones que impliquen que una cosa se adopta y otra no, más allá de generalidades (que si “el capitalismo”), para evitar que alguien “se moleste”, preocupación de las elites y políticos venezolanos.

A diferencia de Chávez, Maduro no parece muy dado a romper con esa máxima de la sociedad venezolana: evitar decidir y tratar de complacer para estar bien con todo el mundo (aquí, los grupos dentro del gobierno y la base chavista), en la idea de "Hoy por ti, mañana por mi", que hace de las relaciones de poder en Venezuela algo cercano a una logia y no instrumentales. 

Maduro busca una suerte de “incrementalismo eficiente”, no se sabe si porque realmente cree en eso –Maduro en eso comunica ser muy venezolano, es decir, lento, dar muchas vueltas para llegar al punto, burocrático, muchas reuniones, pero para darle vuelta a lo mismo- o porque es parte de una estrategia para tener leverage –de allí el reforzamiento del carácter corporativo de las FAN como parte del gobierno y de la familia Chávez- y después veremos el verdadero Maduro ¿Radical, burocrático, incrementalista, o pragmático?

Lo burocrático se observa en la estructura de las Vicepresidencias, si bien desde el punto de vista político comunican espacios para las tendencias dentro del oficialismo y la visión que Maduro tiene, si se quiere, de la vida social –por ejemplo, ambiente está con vivienda y hábitat, y el ministerio del ambiente se fusiona con el de vivienda, lo que comunica la centralidad de la vivienda tipo GMVV para “el proceso”, cosa demostrada en la entrega de viviendas el día 5-9-14, en la frase “la vida comunitaria en socialismo” con urbanismos y hábitat- pero al mismo tiempo, las Vicepresidencias lucen estructuras burocráticas complejas, cuya eficacia no será alta. 

Otro ejemplo del carácter burocrático de Maduro es "jugar con los organigramas": tal vez en el tiempo que tiene en Miraflores sea el que más "reestructuraciones" ha anunciado. La última, el día 6-9-14: una nueva corporación que incorpora a PDVAL y Mercal. Los organigramas como juego, tal vez sin reparar en que las organizaciones tienen vida propia, más allá del organigrama. 

Tal vez el fracaso de estas iniciativas es porque los cambios son, muchas veces, profundos y rápidos, y no hay tiempo de asimilar lo que se quiere, por lo que todo queda igual, pero con otro nombre. Por ejemplo ¿Dante Rivas podrá ser eficiente si a cada rato lo cambian de puesto?

Habría que preguntarle a Maduro qué es lo más relevante para una institución ¿El organigrama o los incentivos? Pienso que lo primero para él, en la búsqueda del diseño burocrático perfecto ¿Existe? Los expertos en organización tienen la palabra. 

Las menciones al pueblo o "poder popular", deben ser vistas no solo desde la perspectiva del Estado comunal, sino que un signo distintivo de Maduro es aumentar la presencia popular de forma organizada, sea de tipo corporativa a través de los “consejos presidenciales del gobierno popular” –el primero, de comunas, es el 16-9-14- sino el pueblo como parte del gobierno –algo que ya venía, pero ahora se le quiere dar más fuerza- en tareas de control o supervisión. Por ejemplo, supervisión de precios en comercios. 

No es el “pueblo organizado” del que habló Betancourt en 1960; organizado, pero actuando en función de sus intereses, sus objetivos, sino “el pueblo organizado haciendo algo del Estado” como objetivo central, como fuente de legitimidad y, por qué no, tener un “ejército de reserva burocrático” de bajo costo para generar plusvalor político. 

El martes 2-9-14 no ocurrió un "sacudón". A mi modo de ver, sucedió un paso más en la construcción que Maduro hace de su base de poder, en la que viene trabajando: en las FAN, en el PSUV, y ahora dentro de su propio gabinete. 

¿Tendrá éxito esta aproximación incremental en un país en crisis? O mejor dicho ¿Cuál es el costo del incrementalismo en un país que reclama velocidad en sus decisiones? La respuesta es: muy alto y me luce que esta movida de Maduro se la tragará la inercia dentro de unos meses. 

En esto, Maduro no es diferente a cualquier individuo de las elites venezolanas: piensan mucho para decidir, muchas reuniones para hablar de lo mismo; muchos estudios y muchas comisiones; piensan no en términos de alternativas, sino en complacer a los grupos. De aquí que muchas veces la mejor decisión es no decidir para no alterar un status quo o zonas de confort, cosas sagradas en un país donde todos asumen tener "derechos adquiridos". Alterar ese balance requiere dosis de liderazgo que Maduro, hasta ahora, no muestra. Optó por la estabilidad y no por la eficacia. Esto puede justificarse en el corto plazo.....pero, y con esto termino esta entrada:

¿La paz y la estabilidad están reñidas con la eficacia, con la toma de decisiones de forma oportuna y rápida?

En el fondo, el fantasma del ajuste de 1989 sigue vivito y coleando....¿Cuándo lo superaremos? ¿No hay otra decisión política posible que no sea el incrementalismo, que agrada al poder político venezolano?

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