El informe de la misión de la ONU con fecha 16-9-20

 


Iba a escribir sobre los cambios en la sociedad que trae la crisis que vive Venezuela, que observo en mi día a día. Esto, a propósito que en tuiter leí varios mensajes de jóvenes que plantearon que seguir estudiando en las universidades privadas es cuesta arriba por los aumentos en las matrículas. Un trino que pegó en esa red fue el de una joven de la UMA que comentó que el año pasó de US$ 200 a US$ 2.000, y que así no podía continuar sus estudios. Este mensaje tuvo una respuesta del Centro de Estudiantes de la UMA en la que precisan que la universidad ofreció opciones a la alumna, con una crítica a que haya llevado el caso a las redes sociales.

Mi punto no es centrarme en la discusión de los alumnos o el tema interno de la universidad que no conozco. Quería destacar que la crisis económica escinde cada vez más a la sociedad entre los que pueden llevar una vida en dólares y los que se administran en bolívares. 

Aunque el dólar es cada vez más usado en la economía cotidiana -de acuerdo a Datanálisis, para marzo de 2020 casi el 50% de la población se manejaba en dólares, seguro este porcentaje hoy es mayor- no llega a todos con la misma velocidad. No todos tienen el "talento" para ajustarse a la nueva moneda, o no le es tan fácil pasar sus cuentas de bolívares a dólares. Quizás en algunas profesiones puede darse con más facilidad, en otras menos. Tal vez si eres plomero o electricista sea más fácil dolarizarte que si eres profesor o un trabajador de nómina. 

En esa entrada que iba a escribir, comentaría que esta realidad crea una "Venezuela darwinista": los que se adapten a la dolarización, sobrevivirán. Los que no, desaparecerán. Hay maneras metafóricas de desaparecer. Por ejemplo, no poder continuar estudios en una universidad, sea pública o privada. 

Iba a decir que la lucha por el poder político comienza a mostrar "bajas" con rostros concretos, quizás menos del fragor de la lucha política -por ejemplo, las protestas políticas ocurridas en Venezuela- y más de la vida cotidiana, que también se salen de lo comunicado. Por ejemplo, personas hurgando en la basura. Hoy el sufrimiento es más concreto, más al detal, en áreas "no tradicionales" para sufrir. Quería destacar eso, junto a una sociedad que con un discurso de "preocupación" por los que "viven día a día", se separa cada vez más. Me llamó la atención del hilo de la estudiante de la UMA una respuesta que le dieron, que ya escucho en varias partes de mi cotidianidad: "vende algo" para que sigas estudiando (o lo que aplique). 

Una injusticia sobre otra injusticia. Me recordó mis lecturas sobre la hiperinflación durante la República de Weimar en Alemania. Algunos hicieron fortuna en ese desmadre, comprando activos de personas acabadas por la inflación en ese entonces. Y tal vez algo de eso pase en Venezuela, "vende algo", como señal de una transferencia de activos de un sector perdedor de toda esta crisis a otro ganador, que no son todos "enchufados". Venezuela, más allá de rasgarse las vestiduras en redes sociales, posiblemente se ha convertido en una sociedad más insensible. La burla y el desprecio a quien recibe la caja Clap "abajo", y la insensibilidad del "vende algo" arriba (estoy seguro que muchos que piden "vender algo" no han vendido nada suyo). 

También me llamó la atención algunas respuestas al hilo de la chama. Tipo, "bueno, niña, ya sabes quien es el culpable", pero en un tono como de "no me importa tu problema, ya sabes qué hacer". Me recordó un tuit de alguien que creo tiene una pastelería famosa. El trino fue cuando la crisis de la gasolina llegó a su máximo que fue como en abril-mayo de 2020. 

La persona escribió molesta porque estaba en una cola de días u horas, pero estaba bravo porque "el pueblo" no se alzaba. Retrata bien la perversa división del trabajo político y tal vez explique por qué el conflicto venezolano se estancó, pero no sus terribles consecuencias: la "gente decente" da empleo al "pueblo", pero éste debe "bajar de los cerros" cuando la situación lo requiere para cambiar un orden que no gusta. El país se ha vuelto impasible -a pesar de los mensajes sobre los "miles que sufren todos los días" y los RT por las buenas causas- porque el sufrimiento se cosificó en la lucha por el "coroto" que se justifica con un "bien mayor" que se busca.  

Iba a concluir mi texto que no pude hacer con algo como, "la Venezuela policlasista del pasado ya no es o se olvidó", a pesar que muchos hoy se "tiran al piso" por esa Venezuela, pero no estaban presentes cuando era menester su defensa.

Mientras estructuraba en la mente mi esquema para la entrada que acabo de esbozar, leí la noticia sobre el Informe de la misión de la ONU designada por mandato de la Comisión de DD.HH de la ONU de fecha 27-9-19. La misión se designó "para que investigue las ejecuciones extrajudiciales, las desapariciones forzadas, las detenciones arbitrarias y las torturas y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes cometidos desde el 2014, a fin de asegurar la plena rendición de cuentas de los autores y la justicia para las víctimas".

Me pareció que debía escribir acerca de este importante informe, el cual tiene dos versiones. Una versión extensa, de 443 páginas en la que se detallan 48 de los 223 casos analizados por la misión. Hay una versión corta de 21 páginas en la que se presentan los hallazgos y comentarios más relevantes de lo hallado por el equipo investigador. 

Recomiendo la lectura del texto que se ajuste al tiempo y estómago de la persona. Las descripciones son brutales, pero es importante para tener de fuente directa el conocimiento acerca de los abusos del Estado en materia de DD.HH. 

Esta entrada no es para analizar el Informe en frío -¿cómo se analiza algo que remueve?- pero sí para hacer precisiones de tipo político. Las haré en mi estilo sí analítico, y lejos del "modo de indignación" en que andan muchos de la oposición, que en un pasado no muy lejano, vestían monos deportivos en cuerpos con sobrepeso o lucieron finas guayaberas para "triangular" a Chávez, en la época que la teoría era la "triangulación" para conquistar a los "ni-ni", que luego trasmutó al "quiebre". O eran de los que en la época del gran consumo y expropiaciones, decían "no importa si es pública o privada, sino que los anaqueles estén llenos". Hoy son grandes "capitalistas" y "liberales" pero en tuiter. 

"Indignarse" asegura una carrera política y mucho aprecio en el mundo opositor. No gracias, no quiero estar en ese grupo. Ya pasé por esa etapa, y este blog y mi TL de tuiter son testigos, porque lo escrito en ese momento allí está. Hoy estoy donde debo estar: analizar para avanzar en la alternancia, en lo que he creído siempre: organizar de abajo hacia arriba y votaciones.

Vamos con los comentarios. 

Es un reporte demoledor porque, a diferencia de otros textos, establece un patrón de agresión a la oposición y ejecuciones a delincuentes, en los que Maduro, Reverol, y Padrino tenían conocimiento y participaron en los hechos delictivos que describe el informe. Dice que son "crímenes de lesa humanidad", y pide investigaciones penales nacionales e internacionales. Es un texto bastante directo en su lenguaje, con precisiones muy específicas en cuanto a personas, lugares, y situaciones. No obstante, no califica como una acusación penal formal. La "chair" de la comisión, Marta Valiñas, lo dijo claramente"The determination of their individual criminal responsibility, however, must be made by the competent judicial authorities"Por lo demás, este reporte debe ser sometido a la aprobación de la Comisión de los DD.HH de la ONU, y votar si se prorroga el mandato de la misión o no. 

Hay que acotar que el método usado por la comisión es el del "motivo razonable" (punto 9 del documento de 21 páginas) que establece que, "(...)la Misión utilizó el estándar de valoración de la prueba: motivos razonables para creer. Este estándar se cumple cuando se ha recopilado información fáctica que satisfaría a un observador objetivo prudente de que el incidente ha ocurrido como se describe con un grado razonable de certeza. El estándar de valoración de la prueba requerido no da lugar a la determinación de responsabilidad penal. Corresponde a las autoridades penales competentes investigar los hechos y las conductas documentadas en el informe y establecer la responsabilidad penal". (subrayados nuestros). Esto no le quita fuerza al informe, pero lo comento en un plano político y moral, no penal, que tampoco es un área de mi conocimiento.

Queda a los señalados presentar las evidencias que muestran que no hicieron los hechos en los que son señalados, o las acciones posteriores para sancionar o para evitar que violaciones de los DD.HH sucedieran. 

Es difícil que el gobierno pueda zafarse de este informe porque, de acuerdo a la resolución 45 de la ONU del 27-9-2019 (punto 24 de esa resolución), la comisión fue anunciada por el presidente del Consejo de DD.HH de la ONU. 

Si bien el gobierno expresó su rechazo a esta comisión en comunicado de fecha 2-12-19 y solo reconoce la resolución 42 de la ONU del 26-9-19 que es una que habla sobre cooperación técnica en materia de DD.HH, la comisión que presentó el actual documento es una instancia de esa comisión. De hecho, el reporte aparece en la web oficial de la comisión de los DD.HH de la ONU. Un punto que hasta ahora no ha recibido respuesta del gobierno es que la misión envió, entre enero y agosto de 2020, 6 invitaciones, de las que no recibió respuesta (I.4 página 2 del informe de 21 páginas). Aunque pienso que las invitaciones se cursaron tarde ¿por qué no las respondió?

Tal vez por esto la respuesta de Arreaza que rechaza el informe, pero no de manera frontal, o intenta desprestigiarlo al decir que fue un trabajo pagado. Posiblemente para no dar motivos a una respuesta que diga que la reacción del gobierno es porque quedaron al descubierto.

Queda ver cómo influye este informe con la renovación del trabajo de la oficina de Bachelet en Venezuela. Hasta el momento de escribir esta entrada, no se conoce una posición oficial de Bachelet. Sin embargo, el día 23-9-20 Bachelet debe presentar un informe sobre las resoluciones adoptadas por la Comisión de DD.HH de la ONU. Quizás se reserve para expresar su opinión en esa fecha. 

Posiblemente el acercamiento del gobierno a la oficina de Bachelet haya sido para trabajar de forma directa con la funcionaria, para hacer las correcciones en materia de DD.HH, porque el gobierno sabe que tiene casos graves y es mejor tratarlos con la oficina de forma directa, que esperar un informe sin hacer nada para cambiar lo que se señala ahora.

Algunos cambios se notan. El caso del médico Arrieta detenido y golpeado por protestar los coleados en una cola de gasolina en Bolívar hace dos semanas, fue liberado sin cargos y los policías agresores están imputados. También en sus informes, la oficina de Bachelet reconoce que el gobierno ha adoptado medidas y hay avances en materia de DD.HH. Hay que ver cómo queda esto a la luz de este documento. 

Como se dijo, lo importante y grave del reporte es que muestra un patrón de agresiones desde el Estado contra la oposición y ciudadanos calificados como delincuentes por el gobierno. En psicología social lo llamamos "patrón de agresión institucional en un contexto de violencia colectiva o instrumental". 

Un punto relevante es que el informe buscó fuentes directas, incluso de personas que formaron o forman parte de cuerpos de seguridad. Por ejemplo, en la versión extensa del informe que habla de la “operación Barlovento”, se dice que la comisión habló con un “alto comandante” de una unidad militar implicada en un caso (punto 2.029 página 423 del informe de 443 páginas). Probablemente por esto hace la acusación directa a Maduro, Reverol, y Padrino, porque no se basó en documentos secundarios sino en fuentes primarias, complementado por fuentes documentales, y los casos se fueron reconstruyendo. Quizás esto es lo que lo diferencia de otros informes que abordaron denuncias sobre violaciones de DD.HH del gobierno de Maduro. 

También el reporte confirma algunas conjeturas de mis propios análisis. Principalmente, en las conspiraciones militares. Por ejemplo, que las conspiraciones tomaron fuerza a partir de 2017. El informe de la ONU constató que a partir de 2017 el “número de operaciones (militares) contra el gobierno se hacía más frecuente” (punto A.2.b.56, página 8 del informe de 21 páginas).

Este documento marca de por vida la reputación y destino de Maduro, de su gobierno, y todos los señalados. La represión desde el Estado es una constante en la historia de Venezuela, no es nueva; sea por motivos políticos (la lucha armada), sea para abordar la inseguridad (el “plan unión” o la "ley de fuga" de los 80’s). Pero tal vez sea el primer caso en donde se documenta de forma tan detallada, lo que lo hace un documento testimonial el cual será de referencia obligada en el futuro y para el momento de la alternancia en el país, sobre lo que el Estado no puede hacer o si ocurre, lo que no debe hacer frente a un conflicto político.

Por supuesto, lo anterior en la idea que este documento no se olvide. En tuiter, a las 10pm del día 16-9-20 ya el tema no era TT en "Tendencias de Venezuela", aunque lo fue todo el día. Los 3 primeros temas fueron a esa hora de la noche "Caracas", "Anderson Contreras", y "Estudiantes de Mérida". Al día siguiente, "Cala". Sin embargo, en la tarde del día 17 se recupero con un HT "JusticiaParaVioladoresDeDDHH"

Un punto importante será ver el impacto en la opinión pública, no solo en las elites donde lo tendrá, sino en el ciudadano común, si lo asume como un informe que debe remover la conciencia para interpelar sobre cuál sistema político se quiere, en cuál país se quiere vivir, con cuáles instituciones o si estas hacen falta, más allá de la identidad partidista del ciudadano venezolano.

Es poco lo que podemos decir porque el documento es muy detallado. Es un informe que remueve la conciencia, entristece por lo que allí aparece, y preocupa por el presente y el futuro, en términos del comportamiento del Estado. 

La responsabilidad mayor es del gobierno de Maduro. Pero la oposición también recibe un comentario (punto IV.A.21 página 4 del informe de 21 páginas), cuando el reporte señala que "(…)También (la oposición, N. R) ha involucrado a elementos dentro de las fuerzas armadas venezolanas, que intentaron por la fuerza derrocar al Gobierno. Ante las amenazas de desestabilización, el aparato estatal venezolano respondió con tácticas y medidas represivas"

Es decir, primero fue el intento de derrocar a Maduro y luego la represión del gobierno; y no la represión del gobierno que originó los intentos para derrocar a Maduro. Esto es importante porque cuando ocurrió La Salida en febrero de 2014, el gobierno de Maduro tenía 10 meses en ejercicio. Es decir, salvo que Chávez haya sido un dictador -cuando Chávez quienes decían eso no eran muy citados en el mundo opositor ni en la opinión en general, a lo mucho se hablaba del rimbombante "autoritarismo competitivo"- resulta difícil que un "totalitarismo" se construya en 10 meses. Esto, por supuesto, no apunta a la "tesis de la equivalencia moral" que tanto preocupa a muchos. 

El Estado es responsable de cuidar los DD.HH, y conspiraciones no lo excusan, pero la oposición decidió una estrategia insurreccional desde 2013 centrada en la tesis del "quiebre", que tiene sus resultados y consecuencias. Esto sin hablar del golpe y paro de 2002. Y esa fue su elección. No hay equiparación posible entre el gobierno y la oposición, pero sí atribuciones de responsabilidad política. 

El gobierno tiene el 95% de la responsabilidad, pero la oposición el 5% Ese pequeño porcentaje pesa en lo cualitativo. Su responsabilidad es de orden político y moral, por lo que la oposición no sale ilesa del conflicto político que hay en Venezuela.

El informe también es otra dolorosa evidencia de los efectos de la "guerra civil en cámara lenta" que se libra en Venezuela. Un gobierno con una herencia autoritaria -de Chávez- que buscó ser derrocado, y por su elección y responsabilidad, trajo todo lo que se narra en el informe y fuera del conflicto político, la crisis que ya comienza a tener rostros concretos en personas que se les va la vida. 

El informe también lo constata al señalar que "Las violaciones documentadas en este informe se produjeron en medio de una ruptura gradual de las instituciones democráticas y del estado de derecho en Venezuela desde 2014. El debilitamiento de los mecanismos de rendición de cuentas democráticos, judiciales e institucionales dio lugar a una creciente impunidad, lo que exacerbó las violaciones" (subrayados nuestros. Punto III.12 página 3). Este punto es importante, y llevaría a otros análisis, pero de forma clara muestra la importancia de las instituciones, subestimadas, colonizadas, y erosionadas por la "ideología revolucionaria" del gobierno que las ve como "exquisiteces burguesas". 

No tiene mucho sentido ahondar en este punto, porque sería más desahogo que análisis, porque la lucha en Venezuela es suma cero. 

Con las diferencias del caso porque no es igual. Es otro capítulo que ha vivido nuestra historia cuando la Independencia, la Guerra Federal, y en menor escala, durante la lucha armada. 

Son conflictos de exterminio porque se disputan proyectos o recursos de poder incompatibles. Es lo que hoy sucede en Venezuela, con los modos del siglo XXI. Pero no hay mucha diferencia entre los ciudadanos que están en el medio buscando gasolina porque el gobierno destruyó PDVSA y la oposición espera que esto produzca el "gran peo", a los venezolanos que fueron reclutados a la fuerza durante la Guerra de Independencia o la destrucción de haciendas en los pueblos de Venezuela del Siglo XIX durante la Guerra Federal. La lógica es la misma. Por lo que no tiene sentido ahondar en este punto. Es una lucha por el poder, suma cero. El gobierno está decidido a seguir su plan, y la oposición también. 

Es una dinámica del poder en la que no tiene mucho sentido pedir racionalidad, empatía, o clemencia. O uno de los dos se impone o podemos ver algo novedoso, que el conflicto existencial sea eterno o casi. No habrá "Tratado de Coche" (1863), el cual formalizó el fin de la Guerra Federal, ni una "Batalla de Ciudad Bolívar" (1903), la que terminó con el caudillismo venezolano. Mucho menos un "Puntofijo" (1958). Ahora el conflicto puede ser estructural en la sociedad venezolana, sin solución de continuidad.

Lo que nos queda analizar son las consecuencias políticas de este informe de la ONU. La oposición puede tomar un aire. Guaidó lo sabe, y por eso tuiteó el día 16-9-20 que el texto "mueve las fichas a nuestro favor" en cuanto a la lucha por los DD.HH se refiere. Leopoldo López también tuiteó que el informe "comprueba lo que hemos venido denunciando durante años". La oposición buscará que este informe apoye su causa. El día 17-9-20 Guaidó volvió sobre el tema, y el enfoque es que el texto sirva para cerrar diferencias entre los opositores o llevar a apoyos a su causa. El diputado afirmó que con el informe de la ONU, no hay "espacio para la neutralidad", como una manera para cerrar filas en la lucha por la democracia de grupos de la oposición.

Pero las implicaciones más relevantes ocurrirán en el mundo del gobierno.

En primer lugar en el clima político. Por la respuesta de Arreaza, el gobierno buscará minimizar este informe. Hay que ver si de forma indirecta hace concesiones o cambios en su comportamiento político, abre un poco más el juego político porque las acusaciones son importantes y personalizadas. De manera que puede abrir el juego un poco más para quitar peso a la opinión que generará el documento.

Esta tesis parece tener apoyo. La respuesta del gobierno en redes sociales fue subir un HT "DialogoDemocraciaYPaz" que el día 17-9-20 a la 9am estaba en el primer lugar en "Tendencias de Venezuela" en tuiter. En su programa del día 16-9-20 Cabello hizo una breve mención al informe de la ONU, y llamó a los candidatos a no engancharse en discusiones, sino mostrar sus propuestas, centradas en el "Plan de la patria". Hasta el momento de escribir esta entrada, no hay una reacción oficial de Maduro, Reverol, o Padrino López. 

Lo segundo es si el informe de la ONU puede ser factor que dispare o promueva una situación de "quiebre" dentro del gobierno. Esto se dice porque los señalamientos personales son precisos. Se responsabiliza a Maduro, Reverol, y a Padrino López, junto a otras personas, pero ellos tres son cabeza de instituciones. La pregunta es si personas de esas instituciones al ver señalamientos particulares, se separan o insurgen. Por ejemplo ¿La cercanía hacia Padrino en las FAN se mantendrá o personas se alejarán? ahora que pueden decir "son señalamientos concretos. No es a la institución sino a una persona".

Esto se afirma por el caso de la "operación Barlovento" (páginas 422-423 del informe extenso) que toca a unidades de las FAN, y se señala que fueron parte de violaciones a los derechos humanos, aunque el 26-11-16 el Ministerio de la Defensa se refirió al caso en un comunicado. Y así dentro del gobierno. Incluso, el propio comportamiento de los señalados, si será igual o será diferente, o de las instituciones que dirigen. Posiblemente sea la primera vez en la historia de Venezuela -quizás lo más cercano es con Pérez Jiménez cuando fue extraditado o el caso de Pedro Estrada, quien también salió de Venezuela el 13-1-58; o el 27F que las acusaciones cayeron en el entonces Ministro de la Defensa y en el Estado, cuyo gobierno estaba en manos de CAP, junto a las demandas hechas por Cofavic- que altos funcionarios tienen que vivir y llevar ese señalamiento que si bien no es una acusación y sentencia como lo dice el Informe, los marca moral y políticamente. El punto es ¿Cómo será la reacción de quienes integran al gobierno en general?

Finalmente, el informe complica un cambio político en Venezuela. Es evidente que Maduro lo tomará como una severa amenaza. Igual Reverol y Padrino López. Es decir, va a reforzar su posición de lealtad al gobierno. 

El informe no deja espacio para las maniobras políticas de negociación. Y si sus señalamientos son probados, no debe ser así. Son señalamientos graves. Solo queda la jurisdicción penal para los implicados, en caso de existir pruebas más firmes. El informe justamente pide esto, tanto dentro de Venezuela como en el campo internacional, que países evalúen acciones "contra los individuos responsables por las violaciones y los delitos señalados en el informe, de conformidad con su legislación interna pertinente". El gobierno buscará reforzar sus vínculos con la oposición de la mesa de la Casa Amarilla -sin que esto implique que este grupo niegue lo planteado en el informe de la ONU, porque su terreno es competir en las parlamentarias; aunque su estilo no es de mi agrado en muchas cosas, no voy a descalificarlos- y queda ver si este documento abre un nuevo marco de conversaciones, porque el problema ya está planteado.

Así el gobierno cumpla con las 65 recomendaciones de la comisión -que debe hacerlo- los señalamientos están allí, junto a los llamados para la investigación penal dentro y fuera de Venezuela. Igualmente, habría que reflexionar éticamente si conviene por motivos políticos no abordar estos casos, en aras de una paz política. 

Pensamos, con la información disponible, que no porque sentaría un precedente negativo, pero tampoco resuelve el problema de la eventual alternancia en el gobierno, que hay que buscar. Es claro que si se quiere una paz en Venezuela estos casos deben procesarse, pero el detalle es que los señalados son el Presidente de la República, el Ministro del Interior, y el Ministro de la Defensa. Esto se complicará más porque la oposición posiblemente use el informe de la ONU para ver si logra empujar una crisis en el gobierno. El informe como catalizador del cambio político. Si esto sucede, el informe perderá su valor de interpelar a la conciencia nacional, y será "metabolizado" por la lucha política, y perderá su importancia.

Hoy el informe de la comisión de la ONU es un elemento de obstáculo para el cambio político, salvo que integrantes de instituciones produzcan el “quiebre” al querer separarse de los señalados por las implicaciones políticas o morales que traen los casos, o que un liderazgo responsable interpele a la sociedad y esta conciencie lo que está en juego, más allá del uso político del informe. Pero no lo hay. No es la primera vez que un presidente es responsabilizado por violaciones de DD.HH y se mantiene en el poder, aunque con una vida y relaciones más limitadas. Puede ser el caso de Venezuela con Maduro a la cabeza.

En febrero de 1936, hubo un acto simbólico en el castillo Libertador de Puerto Cabello para lanzar al mar los grillos de la represión gomecista. Andrés Eloy Blanco dijo unas palabras que leí de muchacho, y me marcaron desde entonces. Dijo el "poeta del pueblo" que, "Hemos echado al mar los grillos de los pies. Ahora, vayamos a la escuela a quitarle a nuestro pueblo los grillos de la cabeza, porque la ignorancia es el camino de la tiranía. Hemos echado al mar los grillos en nombre de la Patria. Y enterraremos los de la Rotunda. Será un gozo de anclaje en el puerto de la esperanza. Hemos echado al mar los grillos. Y maldito sea el hombre que intente fabricarlos de nuevo y poner una argolla de hierro en la carne de un hijo de Venezuela".

Sí, malditos sean los grillos de la represión del gobierno de Maduro. Pero también maldita sea la cultura venezolana que ve en el poder el camino para abusar y llenarse. Maldita también la cultura que desprecia la lucha sostenida para conquistas políticas, mientras celebra los atajos insurreccionales. 

Ojalá este informe perdure en el tiempo, y "Nunca más", porque vendrán situaciones en las que muchos que hoy son perseguidos estarán tentados a repetir el patrón de violaciones a los DD.HH que describe con detalles para interpelar a nuestra conciencia, el documento de la misión de la ONU de fecha 16-9-20. 

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