El liderazgo político según Felipe González

Terminé de leer el libro de Felipe González, En busca de respuestas. El liderazgo en tiempos de crisis (Debate, 2013, datos del libro en la sección de este Blog, Compartiendo lecturas recientes).

Las 70 páginas iniciales son muy buenas. El expresidente de gobierno de España lanza su idea de liderazgo, "la suma de un proyecto más una conciencia colectiva" (p. 138), pero lo hace de tal forma, que esas 70 páginas son una invitación a la irreverencia, a romper con moldes, a innovar, a hacer cosas fuera del guión, a desafiar lo esperado y los apoyos "en las encuestas". 

El exsecretario del PSOE invita a ser un "político inadaptado, en el mejor sentido de la expresión" (p. 19). Esas 70 paginas valen el libro. Me resultaron muy buenas, bien escritas, y muy enriquecedoras para mi aprendizaje de vida, en la Venezuela de hoy que reclama lo que plantea González: "políticos inadaptados" (con el perdón de las elites venezolanas, a las que la expresión no les debe gustar porque supone salir del status quo).

Esta idea la comunica con dos ejemplos, al comienzo y al final de su libro. Al comienzo, como el poeta Havel cuando fue Presidente de Checoslovaquia a la caída del "régimen comunista", fue contra la corriente que pedía "juzgar a los actores del régimen y a los colaboracionistas del régimen".

Al final, con la anécdota del exCanciller alemán Helmut Kohl y la adopción del euro como moneda. Kohl desafió el 70% "en las encuestas que decían que los alemanes no querían el euro". 

Luego el libro entra en un tema para mi fastidioso: la globalización. Es un tema que me resulta comodín para explicar todo. Allí González cuestiona la falta de visión y lentitud "corporativa" de Europa frente a los EUA o Asia. 

Esta idea de una Europa "corporativa" -burocrática, lenta, donde cada quien tiene su puesto, que se asciende más por inercia y saber arrimarse, menos por la innovación o el riesgo- es interesante....y se parece tanto a Venezuela....bueno, de España también venimos.....

El libro cierra con una parte muy buena, que viene a ser la visión de González para el Siglo XXI: el emprender para hacerse cargo de la vida, para comprometerse en un proyecto, más allá de la ganancia individual, "la vida como compromiso" (p. 246). 

Cita a Antonio Machado, "La vida es corta para ir, desconfíen de los que vienen de vuelta". Una suerte de "emprendimiento moral"; una suerte de mezcla de Jobs o Gates con Amartya Sen ¿Por qué no probar algo así de innovador? 


Es una buena lectura para un país tan conservador en su visión social como Venezuela. Su obstinación para salir de sus rutinas la convierte en un país donde vivir es cada día más difícil. Conservatismo en prácticas desfadadas que comparten tanto el gobierno como la Unidad. Cada día me convenzo más que el problema de Venezuela es un asunto generacional. Quienes hoy mandan no quieren ni les interesa ampliar la visión hacia la Venezuela de la escasez o de las dificultades, que emerge por la fuerza de los hechos. Están bien, en sus zonas de confort y eso es lo que cuenta. 

En nuestro país no hay responsabilidad política, por lo que eternizarse en los puestos o reciclarse al pasar de un lugar a otro, son los incentivos que operan mayormente. De allí su inercia, su lentitud, su desesperante y violenta indiferencia. 

Mensaje de González a los políticos de cualquier signo, "Parece como si los políticos se mojaran el dedo y lo alzaran para saber hacia donde sopla el viento, a fin de decidir la dirección de sus decisiones. Pues yo estoy convencido, como mi amigo Kohl, de que así no se construye nada" (p. 248) ¿"Capisci"?

¿Podrá la "política inadaptada" de la que habla González tener vida en Venezuela? No lo sé -tiendo a pensar que no, por el tema generacional que comenté en el párrafo previo- pero se acercan eventos que nos dirán si es viable o no.

Para el gobierno, es el reto de Maduro: como abandonar principios de Chávez -en la economía, principalmente- para que el modelo socialista sea viable, sin que las críticas den al traste con el cambio. Una articulista de Aporrea lo sintetizó así, "Lo que está verdaderamente en juego Presidente, no es su liderazgo, es si somos socialistas o no".

Para la Unidad, el reto de definir una política propia, que no sea vulnerable a las presiones de matrices de opinión, poderes fácticos, élites, u opinión publicada. Dejar el qué dirán, que no le permite actuar con seguridad cuando la crisis aprieta.  

Se acerca el tiempo para el Test González sobre Liderazgo

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