El día 26-7-14 se instaló el III Congreso del PSUV. A pesar que se pronosticaba una disidencia, la instalación transcurrió sin contratiempos y como se esperaba: Maduro fue designado como Presidente del PSUV, ahora que lo necesita.
No ocurrieron los esperados mazazos de Cabello a Maduro, para demostrar que el primero es quien manda, tal como pronosticaron notables pundits de la política y del análisis nacional.
No ocurrieron los esperados mazazos de Cabello a Maduro, para demostrar que el primero es quien manda, tal como pronosticaron notables pundits de la política y del análisis nacional.
Sí tenía expectativas de un acto más brillante en su desarrollo, pero pasó, si se quiere, sin pena ni gloria. Hablaron tres personas: Adán Chávez, Diosdado Cabello, y Nicolás Maduro.
¿Qué dijo cada uno? Voy a utilizar el formato de "las claves de" ya legitimado por los medios. Lo haré en el mismo orden en que los oradores hablaron: Chávez, Cabello, y Maduro.
"10 claves" del discurso Adán Chávez: 1.-Apropiarse de la manera que Chávez se vinculó con el pueblo; 2.-Partido-movimiento no burocrático ni dogmático, "conciencia crítica"; 3.-Política de alianzas con organizaciones sociales, especialmente de clase media; 4.-Partido ideológico y comunicacional, "para el debate de ideas"; 5.-Partido de carrera: masa, cuadro, y vanguardia. Los cuadros entre la masa y el partido; 6.-Se mantiene el objetivo luego del referéndum de 2004: conquistar el 40% de la oposición, "esto sigue vigente compatriota Maduro"; 7.-Tarea política del PSUV la "interpelación popular"; 8.-Autonomía organizaciones de las populares y sociales del partido y del Estado (esto muy aplaudido); 9.-Crítica a la "inercia política" (muy aplaudido); y 10.-Reconocimiento a Maduro, "El hijo de Chávez a la cabeza de la construcción del socialismo bolivariano....Viva el Presidente Maduro".
De los tres discursos, el de Chávez fue el más estructurado y el de mayor contenido. "Entre líneas" Chávez criticó la "burocratización" del PSUV, y dejó ver los riesgos que representa un partido de esas características. Para Adán Chávez, es el partido-movimiento.
Interesante el clima de los delegados y asistentes. Cuando Adán Chávez habló de democracia, crítica, participación, y apertura, eso fue muy aplaudido. También pasó lo mismo cuando Cabello y Maduro tocaron temas similares.
Esta necesidad que revelan los aplausos sugiere que si bien el aparato se fortalece, en el espíritu de la base se critica la corrupción y se favorece mecanismos de apertura (cuál es su naturaleza, es otra discusión).
"Siete claves" del discurso de Cabello: 1.-Partido-contralor, partido y Estado, "Dos brazos de un mismo cuerpo"; 2.-"Dejemos de lado los grupos"; 3.-"Hay que buscar a los indecisos"; 4.-"Elegimos el camino de ganar elecciones"; 5.-"La derecha no volverá a gobernar nunca"; 6.-"Unidad del chavismo en el PSUV y del chavismo fuera del PSUV"; y 7.-Apoyo del partido a Maduro.
Un discurso extraño. En otras ocasiones, Cabello ha dicho cosas más organizadas y mejores. Fue un discurso algo improvisado y chato. Un discurso muy desordenado, pero propio del que controla el aparato, a diferencia del de Adán Chávez, el partido como aparato, como maquinaria, como estructura de poder.
¿Y qué decir de las palabras de Maduro que cerraron la apertura del III Congreso del PSUV?
"15 claves" del discurso de Maduro: 1.-"No es por el camino del izquierdismo agonizante o el reformismo entreguista por donde vamos a alcanzar la síntesis del partido, sino por el camino del chavismo"; 2.-"El principal objetivo del Congreso es la transición al socialismo y asumir la economía socialista productiva como la tarea más importante"; 3.-"La democracia es soberanía ejercida por el pueblo"; 4.-"Hay que asumir el carácter estratégico de la unión cívico militar de la revolución bolivariana"; 5.-"El período 1992-1998, se caracterizó por años de organización y acumulación de fuerzas. El período 2009-2019 es el período más complejo de la revolución bolivariana"; 6.-"El PSUV debe legitimarse cada día ante el pueblo"; 7.-"Hay que lograr un sistema de alianzas del Gran Polo Patriótico"; 8.-"El PSUV debe ser la fuerza dirigente de la clase obrera"; 9.-"Hay que acostumbrarse al debate de ideas, debate libre y constructivo, y buscar de ese debate, la conexión con la acción transformadora"; 10.-"¿Ha logrado el PSUV convertirse en un nuevo modelo de organización política?"; 11.-"Las UBCh son la fuerza constructora de la vanguardia"; 12.-"El PSUV debe ser un partido de sólida fibra moral y ética" (aplausos); 13.-"La dirección nacional debe dar el ejemplo de autodisciplina y lealtad"; 14.-"Hay que construir la dirección colectiva de la revolución bolivariana"; y 15.-"La ideología es la EBRCh, Ezequiel-Bolívar-Robinson-Chávez".
Me pareció un discurso largo, sin un balance o mejor estructura. Lució el discurso de un funcionario socialista de los 70, apelando al materialismo dialéctico (o histórico como corrige Enzo del Búfalo en su libro "Adiós al socialismo"), y al chavismo originario (las citas de Chávez, de textos de 1990).
Conviven en Maduro el socialismo de los 70 -su parte "cubana", a pesar que critica a los "generales de la división" de la izquierda de los 70 y 80- y la idea de avanzar hacia una economía productiva (socialista), lo que es contradictorio y no dejó pistas cómo resolverá la contradicción, en momentos de decisiones económicas. Luce que el ajuste económico será la mezcla de muchas cosas.
En común, los tres discursos apuntan a la "construcción del socialismo bolivariano", a un partido más abierto y crítico, y algo que debe interesar a la oposición, se le da la importancia a las alianzas con sectores distintos al partido, no solo desde el punto de vista organizacional (otros partidos) sino social (por ejemplo, la clase media).
Pudiera decirse -con las reservas del caso- que el PSUV quiere avanzar hacia lo que pudiera llamarse un "policlasismo moderado".
También son similares en la importancia de los cuadros, que lo veo como herencia del leninismo organizacional en Venezuela, del que abreva no solo el gobierno, sino la Unidad (la idea que todo se resuelve con "un frente" de cuadros o "notables", junto a un "peo" que genere "una crisis", para "la transición").
Difieren en el grado y en el sujeto político por excelencia del partido, para lograr estos propósitos.
Por ejemplo, para Adán Chávez el partido y el Estado son diferentes, aunque doctrinariamente comunes, pero en tensión. Para Cabello, son parte de una misma estructura, en control. Maduro parece estar más cercano a Chávez, pero con una "apertura controlada".
Adán Chávez colocó el peso en los movimientos. Cabello y Maduro en el aparato. Chávez, una apertura menos controlada, de cuadros. De abajo hacia arriba. Cabello y Maduro una apertura más controlada, del aparato. De arriba hacia abajo.
En resumen, de los tres discursos, el más avanzado fue el de Adán Chávez. El de Cabello, el de un "boss" de la "party machinery", y el de Maduro, el de un funcionario socialista de los 70.
Si me atengo a los discursos, vaya, la disidencia no vino de los sectores chavistas que los medios de comunicación han legitimado como los "críticos" -que seguro lo son, pero no mostraron eco en la instalación- sino......¡De Adán Chávez!
Me parece que Chávez puede estar consciente que Maduro construye su correlación de poder y, a pesar que todavía es subestimado en el mundo no oficial (aunque también puede que en sectores oficiales), avanza en esa construcción, hasta ahora con éxito.
Pero Maduro no es brillante en el sentido teórico o conceptual. Lo demostró en su discurso y en la observación hecha al borrador del documento ideológico, que si "el capitalismo no es ético". Una crítica bastante mediocre, pudiendo haber dicho o criticado otras cosas del capitalismo o del borrador del documento ideológico, que tiene bastante para criticarle (casi todo, a mi modo de ver, parece un documento de los 70, de la época de esplendor del socialismo real). Maduro tocó lo que escribía Emeterio Gómez, pero de una forma muy pedestre que la brillantez no se vio.
De manera que el aparato se refuerza, pero no tiene los controles o el auto-control que Chávez y su estilo de liderazgo carismático, imponía a los y sus excesos.
Maduro se está haciendo como figura política, y Adán Chávez puede percibir el riesgo del poder del aparato, que luce más propio a la personalidad de Maduro ¿Será Adán Chávez junto al legado de Chávez el check and balance de una estructura de poder que apunta a ser cerrada, fuerte, y corporativa (el "alto mando político de la revolución")?
En resumen, la sorpresa la representó Adán Chávez, quien habló de un partido-movimiento frente al partido-aparato de Cabello y Maduro.
En lo económico, Maduro no despejó las dudas, pero su línea parece ser clara: la de ajustes incrementales, tipo burocracia socialista de Cuba. Tal vez esto explique por qué se siente cercano a Borrego. En cierto modo, es similar a Maduro: funcionarios de alto nivel con una formación doctrinaria que no parece profunda, pero que perciben que hay que hacer cambios, pero no muy rápido.
Esta es otra novedad del discurso de Maduro: me quedó la idea que quiere jugar una suerte de rol equilibrador entre fuerzas que hay en el gobierno. Si seguimos en lo económico, entre Rafael Ramírez y la ortodoxia. Diría que el olfato le dice a Maduro que el ajuste de Ramírez es el necesario, pero su espíritu, su actitud, está cerca de Borrego: hacer un ajuste lento, pausado, controlado.
Estas fuerzas pugnarán y Maduro parece reconocer su rol como equilibrador, para al final decidir, que presumo será en donde está su espíritu: cambios lentos, que posiblemente sean los que Venezuela pueda resistir, pero esto tiene un riesgo. Un país con poca disciplina y disperso como el nuestro ¿Tiene los cuadros con la perseverancia para adelantar un ajuste gradual, llevarlo, y no ceder a las presiones organizadas y sociales que va a generar? Diría que hoy no hay esa capacidad.
Para finalizar, la instalación del III Congreso y sus discursos me dejó la sensación que hoy se juega un juego político de alto nivel (que no quiere decir que sea alto en su calidad), sino me refiero a las correlaciones de poder que ocurren. Cómo el legado de Chávez va siendo eso, un legado, pero alejado de las prácticas y correlaciones de poder que ocurren, y que es natural que sucedan porque Chávez ya no está y, efectivamente, como decía la campaña de la Unidad en 2013, Maduro no es Chávez.
No sé si vamos al madurismo, cabellismo, maduricabellismo, u otra cosa. Lo que sí sé es que el chavismo es menos organización y realidad política, y más inspiración y guía.
Siento, como persona de la oposición, que mientras en el gobierno se está jugando a la política y eso se dejó ver en los discursos; alta política de diferencias y alianzas, en la oposición estamos encerrados en quejas y agravios, que si tu no me saludaste, que si "me vendieron", no me enviaste el pin, pendientes de los "actores" que los medios legitiman (que los legitimados para el III Congreso, parece que están lejos de las correlaciones de poder que se vieron en la instalación, y parecen más artifacts de editores o periodistas que actores reales en este juego, que existe aunque parece que no existe), que si "No hay comida, pero tenemos patria", que si "Hay pollo frito", y cosas de esas.
La instalación fue sin pena sin gloria. Sus consecuencias no lo serán, y hoy no son visibles. Pero así es la política: siempre sorprende. Tal vez por eso tiene tantos enemigos. Asirla no es fácil porque es una cosa y varias al mismo tiempo: ciencia, arte, acciones; a veces juntas, a veces separadas. No se sabe cuándo estarán juntas o separadas, y de allí su secreto y lo que la hace interesante.
Un congreso algo aburrido pero que sorprendió en cuanto a las correlaciones políticas que se pueden generar, a partir de los 3 discursos. Veremos el cierre pautado para el 31-7-14.
Es mi balance de la instalación del III Congreso del PSUV.
Es mi balance de la instalación del III Congreso del PSUV.
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