El día 19-6-18 Diosdado Cabello
fue designado Presidente de la ANC. Algo que pocos esperaban. Llamó la atención
que en un país que presume de saber de política, este nombramiento haya
sorprendido a muchos “conocedores de la política”. La matriz que había antes de
su designación, era que Cabello “estaba debilitado”. Es curiosa la relación de
la oposición con Cabello: del alabado ingeniero de Conatel, a la contrafigura
de Chávez porque “Diosdado no ha ido a Cuba”, para terminar en el esperado catalizador
de la “fractura dentro de la coalición dominante”. Cabello se ve como la
contrafigura, el que maniobra tras bastidores para quedarse en el poder, en el
político astuto. Al que muchos temen, por cierto, y no se meten con él, lo esquivan; hay una extraña relación amor-odio que se manifiesta en el tuteo, “Diosdado”,
como si Cabello fuera amigo de muchos de quienes lo tutean. A veces, comunican
una cierta admiración hacia Cabello, y tengo una particular hipótesis:
“Diosdado” es un “tough guy” y en Venezuela esto se admira, aunque no se diga.
No en balde en estudios de opinión de hace algunos años, al preguntar al
público opositor, quien debería ser el líder del PSUV, Cabello era el número
uno. Posiblemente el odio que hay hacia él, es proporcional al grado en que
Cabello no se ajustó a la expectativa del “hombre fuerte” que sucedería a
Chávez, o desplazaría a Maduro.
Pero la sorpresa por el
nombramiento de Cabello en la ANC puede servir de “case study” sobre cómo opera
la opinión pública de la oposición. Algún grupo por un motivo –en este caso, promover
la “pelea” entre Maduro y Cabello, que lo hacen desde 2013- “baja la línea” del “debilitamiento de
Diosdado”. Esta línea la repiten “influencers”, “analistas”, y medios. Si el
caso lo amerita, alguna “pluma o firma” escribirá un artículo dominguero o un
editorial de algún medio con un nombre rimbombante, “El adiós del capitán”. Ya
el clima de opinión y el “falso consenso” está montado. Si quieres ser tomado
en cuenta, debes repetir la matriz. Cuando la realidad muestra otra cosa –no parece
que está “debilitado”- viene el famoso “damage control”: ahora, otra matriz, “Maduro
se subordinó a Diosdado”. Así con varios temas, y por eso los yerros de
esa opinión pública, que no distingue la política de sus deseos.
¿Por qué Cabello en la ANC?
Trataré de ofrecer motivos políticos, y no me sujetaré a las categorías de
análisis de buena parte de la opinión opositora centrada en “la banda de
secuestradores” y la “organización criminal”.
En su discurso al juramentarse
como presidente de ese cuerpo, destacaron tres cosas: la primera –y para mi, la
más importante- que la ANC produzca resultados, tenga gestión. Lo
segundo, reforzar la estabilidad del gobierno, que se infiere
del recuento hecho por “Diosdado” de las etapas en que los “gobiernos chavistas”
han vivido momentos de debilidad. Incluso, confesó que durante 2017, el
gobierno de Maduro “apenas se sostenía”. Finalmente, una tesis de Cabello: “cuidar
los espacios políticos”, por lo que puede preverse que el gobierno busca
mantener lo que ya tiene, y tal vez, se prepara para la consulta sobre la
constitución Maduro, elección que no será fácil evitar, si el gobierno no la
quiere hacer. Desde la ANC, es más eficaz cuidar este “próximo espacio”, cuando
venga (creo que vendrá).
Cabello es un jefe político con su propio
peso, de los legitimados por Chávez en Cuba antes de fallecer –junto a Maduro y Jaua- arquitecto de la
maquinaria del PSUV, y su esposa y hermano ocupan puestos importantes dentro de
la estructura del gobierno. Una vez electo Maduro para 6 años, Cabello no se
iba a quedar 6 años más sin un puesto político de relevancia, sino sólo Con el
mazo dando. Un jefe político como Cabello, necesita un puesto político, y lo
obtuvo, luego de dejar la Presidencia de la AN en enero de 2016. Antes del
anuncio sobre Cabello, mi pronóstico se centró en tres personas para presidir
la ANC: Tania Díaz, Escarrá, o Cabello.
En común con el cambio parcial del
gabinete de Maduro, la designación de “Diosdado” se anticipa a escenarios de
mayor crítica o de tensiones dentro y fuera del chavismo, por el tema económico
principalmente. En la anticipación, está la ANC. Maduro se lleva a Delcy a la
Vicepresidencia –una posición que requiere alguien de confianza, y Rodríguez
Gómez lo es- y el campo quedó abierto para Cabello, otra persona de confianza,
para este espacio que puede augurar debates o allí se verán las tensiones
dentro del gobierno. No sólo en la base chavista hay críticas por la
hiperinflación, sino en públicos selectos. Por ejemplo, Jesús Faría cuestionó
el documento sobre propuestas económicas de personalidades chavistas. Propuso flexibilizar
el control de cambios y hablar menos de la “guerra económica”. El PCV planteó
que los ministros sean sometidos a algo como interpelaciones dentro del GPP.
Jaua reiteró la necesidad de la crítica dentro del chavismo. Si vienen
cuestionamientos internos, es importante tener en la ANC una figura política
que le como Cabello. Tal vez la “fisura” venga en el tema económico, en figuras
importantes, pero no de la cúpula que se mantiene cohesionada y por eso,
anticipa el escenario de tensión interna, y mueve sus piezas: Delcy a la VP y
Cabello a la ANC. Cabello para abordar la "rebelión en la granja", catalizada por la hiperinflación que en redes sociales, es motivo de alertas al gobierno por el público chavista.
El gobierno se anticipa a posibles críticas internas a la política económica y a que Maduro no es una persona que escucha –Isaías Rodríguez, recientemente, lo dejó ver de forma indirecta, al hablar cómo era Chávez en este punto. Si no es esto, a la realidad de decisiones que en el área económica hay que tomar, y pone a Cabello en la presidencia de la ANC para tener a una persona del nivel para ese momento, que será otra prueba para el gobierno. Estas críticas –si ocurren- terminarán en que los grupos dentro del gobierno, serán más autónomos, en la lógica de “tendencias” o “corrientes de opinión”. Es un dato importante para la dinámica interna dentro del gobierno y sus grupos políticos.
Otra razón para la designación
de Cabello es la baja eficacia de la ANC, que no ha tenido, más allá de “lograr
la paz”. En el público chavista, no satisfizo las expectativas que creó en
julio de 2017. Interesante, sin nombrarla, Cabello criticó la gestión de
Delcy Rodríguez, principalmente porque no dejó resultados importantes. Cabello
afirmó que lo que puede prometer a los integrantes de la ANC, es “Trabajo, y más
trabajo”. De manera que Cabello es un cuadro de alto nivel, necesario en estos
momentos, para asuntos de alto calibre político, algunos propios de la ANC,
como la nueva constitución. O la propuesta de Cabello para el revocatorio a
diputados, o canalizar políticamente las críticas que pueden haber en la ANC y
en el chavismo, en el tema económico. Es decir, hacer de la ANC un espacio
político con peso propio, en una división del trabajo entre Maduro y Cabello,
que parece acordada entre los dos.
¿Podrá “Diosdado” con la tarea? Cabello
es bueno en el diagnóstico político, en el olfato político y del poder, pero
menos en la gerencia, salvo su paso por Conatel donde fue alabado por el sector
privado de entonces. De manera que sus objetivos se medirán contra su capacidad
gerencial. Ciertamente, la ANC no es una empresa sino un cuerpo político, y
Cabello imprimirá el estilo de “hacer cosas” que usó cuando fue Presidente de
la AN. Así, hay que esperar que la ANC sea una fuente importante de noticias –con
Delcy no fue- y de “productos políticos”, que el más importante será la
constitución que se elabora por la comisión que preside Escarrá.
En definitiva, me parece que la
principal razón por la que Cabello está en la presidencia de la ANC, es para
darle vida, oxigenar, “moverle el piso” a un cuerpo inerte, de manos
levantadas sin chistar, sin ninguna trascendencia para la vida cotidiana de las personas.
Esa es la misión de “Diosdado”: que la ANC entre en la cotidianidad de los
venezolanos, que ven a este cuerpo con indiferencia y desinterés porque ha pasado y
pasa, con más pena que gloria.
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